jueves, 28 de enero de 2010

B2, B1, A: Para escribir. Resumen de una crónica. El i Pad


Viñeta: Forges

Una breve dosis de iPad


Por Ángel Jiménez de Luis (El Mundo / El Gadgetoblog)

En el año 2007 se me ocurrió escribir a la salida de la presentación del iPhone que el teléfono marcaría un antes y un después en el mundo de la telefonía. “Es como un teléfono del futuro traído al presente”, dije entonces.

El resultado fueron una serie de comentarios en el blog de los cuales la mitad nunca pasó el filtro de las normas de uso, que básicamente le permiten a usted decir cualquier cosa siempre que deje en paz a mi santa madre.

“Ignorante”, “es una basura”, “vendido”, “cualquier Nokia le da mil vueltas” y en ese plan... La culpa fue mía, en realidad, porque no supe explicar qué era lo que realmente me había impresionado del teléfono. No era la hoja de características (nunca fue la hoja de características), sino el hecho de que se había inventado a partir de cero, tratando de no repetir los errores del pasado.

Mientras el resto de fabricantes estaba preocupado por meter un megapíxel más en la cámara, Apple dedicó el tiempo de desarrollo a mejorar la navegación por los menús del sistema, a crear un nuevo lenguaje para la pantalla multitáctil y sobre todo a trasladar la experiencia de la navegación web en un PC al bolsillo. Aún hoy es el mejor teléfono para navegar por la red. Hay móviles con pantallas más grandes y con procesadores más rápidos, sin duda, pero siguen teniendo problemas para conseguir que las páginas se muevan con fluidez con la que se mueven en el iPhone. Y ya llevamos tres años de teléfono con manzana.

Si hubiera podido responder con un solo comentario a tanta crítica hubiera sido con una simple frase. Como dicen por aquí, ¡Its the user experience, you idiot! (¡es la experiencia de uso, idiota!). Hasta que alguien no usa el iPhone, es fácil buscarle defectos. Tan fácil como comparar números, de hecho. Esto no quiere decir que sea obligatorio enamorarse de él y que el iPhone sea el teléfono que todo el mundo necesita, por supuesto. Hay grandes smartphones ahí fuera y cada vez los habrá mejores.

El ejemplo viene a cuento al hablar del iPad, que ayer pude probar durante unos 20 minutos antes de que me lo quitaran de las manos. Puede que la descripción del producto no le entusiasme –sí, es un iPhone o un iPod Touch de grandes dimensiones se mire por donde se mire- pero eso no quiere decir que el uso del producto sea el mismo. Añadir una pantalla de 9,7 pulgadas realmente cambia lo que se puede hacer y esperar de él y sobre todo cómo se maneja. A bote pronto y con la experiencia aún fresca:

1. La pantalla es muy buena. Resolución, brillo, color, ángulo de visión… perfectos. Realmente es una gozada tenerla tan cerca y poder interactuar con los dedos. Navegar por la red es fantástico.

2. Es rápido, muy rápido. Transiciones suaves entre las diferentes aplicaciones.

3. Es muy ligero. Con 680 gramos resulta mucho más ligero que un netbook y es cómodo para tener en las manos.

4. La aplicación de fotografía me ha sorprendido mucho, es mucho más avanzada que la del iPhone o el iPod Touch y creo que es perfecto para enseñar fotografías a amigos y familiares. Como marco digital no tiene precio

5. La aplicación de libros también. ¿Es un sustituto para el Kindle y similares? Sí. A pesar de usar tecnología LCD con retroiluminación es fácil y cómodo leer en el iPad y sí, creo que puede ser un sustituto para el papel en periódicos y revistas.

¿Qué falla? Pues creo que fundamentalmente tres cosas.

1. La ausencia de webcam, que hubiera hecho del iPad un producto interesante para videoconferencia en el hogar y que probablemente acabará instalada en futuras versiones

2. El formato de la pantalla, no panorámica, es un handicap a la hora de reproducir películas, aunque probablemente tenga más sentido para leer un libro.

3. El precio de ciertos modelos. 499 dólares no me parece mal para el modelo de 16 GB pero pagar 200 dólares más por 64 GB es demasiado. De todas formas creo que no merece la pena ir a por más memoria. En mi caso rara vez lleno 16 de los 32 Gb de mi iPhone, el contenido está en el PC y paso sólo lo que necesito en un momento dado. El iPad se usa de forma parecida. Creo también que es mejor optar por el modelo 3G, que viene con GPS.

Todo esto, como digo, hay que verlo en directo para poder saborearlo de verdad. Si no, es fácil caer en la tentación de decir que el producto es bastante gris o poco revolucionario. Yo creo que tiene usos muy claros:

- Dispositivo en casa para navegar desde el sofá. Es perfecto para eso, casi mejor que un portátil gracias a la pantalla multitáctil (no me llore el flash, por favor, que yo no le tengo cariño).

- Libro electrónico. Jubilo mi Reader de Sony con tinta electrónica en 60 días (que es cuando se pone a la venta el iPad). Dïgame si está interesado en comprármelo. El iPad, creo, realmente funciona para eBooks… a falta de ver si la lectura continuada cansa la vista.

- Ordenador para la cocina. Recetas, mensajes para el resto de la familia, ese tipo de cosas.

... y muchos más, tantos como aplicaciones acaben por llegar a la AppStore, que será tan importante para este producto como lo es para el iPhone.

Por supuesto puede usted pensar que me equivoco y dejarlo claro en los comentarios. Sólo le pido que dentro de 60 días trate de probarlo, aunque sea unos minutos, y vuelva a plantearse el asunto. Probablemente el iPad no consiga satisfacer a todo el mundo pero hay algo interesante en su planteamiento, en la idea de tocar la web con la punta de los dedos y tener la información siempre a mano y por supuesto todo con una ejecución brillante, creo, en cuanto a diseño de la interfaz de uso y del propio producto.

Bienvenido, iPad.


B2: Derivando y componiendo. Prefijos negativos y palabras compuestas.

Añade el prefijo negativo ("des-", "dis-" ," in-", "a-"), oportuno a los siguientes términos:

apacible, cómodo, unir, par, leal, conforme, traer, cruento, vidente, tachable, alentar, coser, sospechable, sobornable, cortés, honesto, conectar, capaz, apto, capacidad, tensión,

Relaciona estos compuestos -de verbo más nombre- con su significado:

1. buscavidas, aguafiestas, perdonavidas, engañabobos, matasanos, metepatas, tragaldabas, soplagaitas, cantamañanas, meapilas

2.
a. Persona diligente en buscarse por cualquier medio lícito el modo de vivir.
b.Persona informal, fantasiosa, irresponsable, que no merece crédito.
c.
Cosa que engaña o defrauda con su apariencia.
d.
Baladrón, persona que presume de lo que no es y se jacta de valiente.
e.
Persona tonta o estúpida.
f.
Persona muy tragona.
g.
Persona que turba cualquier diversión o regocijo.
h. Mal médico
i.
Abogado sin pleitos, que anda buscándolos.
j.
Persona que mete la pata; inoportuno, indiscreto.

B2: Para describir. Léxico con los cinco sentidos

Gusto, olfato, tacto, vista, oído. Agrupa los siguientes términos bajo el sentido al que hacen referencia. Juega después a construir derivados a partir de dichos términos.

crujir, untar, hormigueo, áspero, dulce, ceguera, zumbido, aliento, estruendo, soso, oler, macizo, peste, empañarse, oscuro, agrio, jaleo, tufo, rugoso, duro, husmear, deslumbrar, picor, sequedad, runrún, estallar, chirriante, retumbar, bullicio, paladear, ronco, saborear 
 


Combina estos términos: 

 1. color, soledad, vista, clamor, gusto, sonido, pena, olfato,
 2. negra, ensordecedor, chillón, sonora, dudoso, fino, de lince

miércoles, 27 de enero de 2010

B1, A: García Márquez sobre María Moliner


La mujer que escribió un diccionario


Por Gabriel García Márquez
EL PAÍS - Opinión - 10-02-1981

Hace tres semanas, de paso por Madrid, quise visitar a María Moliner. Encontrarla no fue tan fácil como yo suponía: algunas personas que debían saberlo ignoraban quién era, y no faltó quien la confundiera con una célebre estrella de cine. Por fin logré un contacto con su hijo menor, que es ingeniero industrial en Barcelona, y él me hizo saber que no era posible visitar a su madre por sus quebrantos de salud. Pensé que era una crisis momentánea y que tal vez pudiera verla en un viaje futuro a Madrid. Pero la semana pasada, cuando ya me encontraba en Bogotá, me llamaron por teléfono para darme la mala noticia de que María Moliner había muerto. Yo me sentí como si hubiera perdido a alguien que sin saberlo había trabajado para mí durante muchos años.María Moliner -para decirlo del modo más corto- hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana. Se llama Diccionario de uso del español, tiene dos tomos de casi 3.000 páginas en total, que pesan tres kilos, y viene a ser, en consecuencia, más de dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua, y -a mi juicio- más de dos veces mejor. María Moliner lo escribió en las horas que le dejaba libre su empleo de bibliotecaria, y el que ella consideraba su verdadero oficio: remendar calcetines. Uno de sus hijos, a quien le preguntaron hace poco cuántos hermanos tenía, contestó: «Dos varones, una hembra y el diccionario». Hay que saber cómo fue escrita la obra para entender cuánta verdad implica esa respuesta.

María Moliner nació en Paniza, un pueblo de Aragón, en 1900. O, como ella decía con mucha propiedad: « En el año cero". De modo que al morir había cumplido los ochenta años. Estudió Filosofía y Letras en Zaragoza y obtuvo, mediante concurso, su ingreso al Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios de España. Se casó con don Fernando Ramón y Ferrando, un prestigioso profesor universitario que enseñaba en Salamanca una ciencia rara: base física de la mente humana. María Moliner crió a sus hijos como toda una madre española, con mano firme y dándoles de comer demasiado, aun en los duros años de la guerra civil, en que no habla mucho que comer. El mayor se hizo médico investigador, el segundo se hizo arquitecto y la hija se hizo maestra. Sólo cuando el menor empezó la carrera de ingeniero industrial, María Moliner sintió que le sobraba demasiado tiempo después de sus cinco horas de bibliotecaria, y decidió ocuparlo escribiendo un diccionario. La idea le vino del Learner's Dictionary, con el cual aprendió el inglés. Es un diccionario de uso; es decir, que no sólo dice lo que significan las palabras, sino que indica también cómo se usan, y se incluyen otras con las que pueden reemplazarse. «Es un diccionario para escritores», dijo María Moliner una vez, hablando del suyo, y lo dijo con mucha razón. En el diccionario de la Real Academia de la Lengua, en cambio, las palabras son admitidas cuando ya están a punto de morir, gastadas por el uso, y sus definiciones rígidas parecen colgadas de un clavo. Fue contra ese criterio de embalsamadores que María Moliner se sentó a escribir su diccionario en 1951. Calculó que lo terminaría en dos años, y cuando llevaba diez todavía andaba por la mitad. «Siempre le faltaban dos años para terminar», me dijo su hijo menor. Al principio le dedicaba dos o tres horas diarias, pero a medida que los hijos se casaban y se iban de la casa le quedaba más tiempo disponible, hasta que llegó a trabajar diez horas al día, además de las cinco de la biblioteca. En 1967 -presionada sobre todo por la Editorial Gredos, que la esperaba desde hacía cinco años- dio el diccionario por terminado. Pero siguió haciendo fichas, y en el momento de morir tenía varios metros de palabras nuevas que esperaba ver incluidas en las futuras ediciones. En realidad, lo que esa mujer de fábula había emprendido era una carrera de velocidad y resistencia contra la vida.

Su hijo Pedro me ha contado cómo trabajaba. Dice que un día se levantó a las cinco de la mañana, dividió una cuartilla en cuatro partes iguales y se puso a escribir fichas de palabras sin más preparativos. Sus únicas herramientas de trabajo eran dos atriles y una máquina de escribir portátil, que sobrevivió a la escritura del diccionario. Primero trabajó en la mesita de centro de la sala. Después, cuando se sintió naufragar entre libros y notas, se sirvió de un tablero apoyado sobre el respaldar de dos sillas. Su marido fingía una impavidez de sabio, pero a veces medía a escondidas las gavillas de fichas con una cinta métrica, y les mandaba noticias a sus hijos. En una ocasión les contó que el diccionario iba ya por la última letra, pero tres meses después les contó, con las ilusiones perdidas, que había vuelto a la primera. Era natural, porque María Moliner tenía un método infinito: pretendía agarrar al vuelo todas las palabras de la vida. «Sobre todo las que encuentro en los periódicos», dijo en una entrevista. «Porque allí viene el idioma vivo, el que se está usando, las palabras que tienen que inventarse al momento por necesidad». Sólo hizo una excepción: las mal llamadas malas palabras, que son muchas y tal vez las más usadas en la España de todos los tiempos. Es el defecto mayor de su diccionario, y María Moliner vivió bastante para comprenderlo, pero no lo suficiente para corregirlo.

Pasó sus últimos años en un apartamento del norte de Madrid, con una terraza grande, donde tenía muchos tiestos de flores, que regaba con tanto amor como si fueran palabras cautivas. Le complacían las noticias de que su diccionario había vendido más de 10.000 copias, en dos ediciones, que cumplía el propósito que ella se había impuesto y que algunos académicos de la lengua lo consultaban en público sin ruborizarse. A veces le llegaba un periodista desperdigado. A uno que Ie preguntó por qué no contestaba las numerosas cartas que recibía le contestó con más frescura que la de sus flores: «Porque soy muy perezosa». En 1972 fue la primera mujer cuya candidatura se presentó en la Academia de la Lengua, pero los muy señores académicos no se atrevieron a romper su venerable tradición machista. Sólo se atrevieron hace dos años, y aceptaron entonces la primera mujer, pero no fue María Moliner. Ella se alegró cuando lo supo, porque le aterrorizaba la idea de pronunciar el discurso de admisión. «¿Qué podía decir yo », dijo entonces, «si en toda mi vida no he hecho más que coser calcetines?».

martes, 26 de enero de 2010

B2: Para escuchar. Alarma sanitaria en Colombia

Escucha y responde:
1. ¿Quién habla?
2. ¿De qué enfermedades se habla?
3. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
4. ¿Qué consejos da para resolverla?

B2: Para leer. Un reportaje de viajes

De Arcos a Ronda. El blanco romanticismo
O de Ronda a Arcos de la Frontera. Da igual el sentido que se elija porque la emoción de esta ruta de los Pueblos Blancos será idéntica: tierra andaluza, de espalda al mar, y un luminoso paisaje vertical con el aura romántica de bandoleros y amores furtivos
Por Manuel Mateo Pérez (El Mundo)

La primera gran ruta turística del sur de España nació a lo largo del siglo XIX en los libros de los viajeros románticos. Obsesionados por el orientalismo, por las leyendas de amores...

...contrariados, por la presencia de bandoleros buenos y gobernantes malos, aquellos viajeros extranjeros —ingleses y franceses sobre todo— marcaron sobre el rugoso mapa de Andalucía un apasionado itinerario entre Cádiz y Málaga al que estaban llamados todos aquellos que presumieran de poseer un espíritu aventurero.

La ruta daba la espalda al océano y a la mar, y se adentraba tierras adentro por la aspereza de las sierras y los barrancos, por mitad de un luminoso paisaje vertical que los pintores y grabadores de la época llevaron a sus cuadernos y sus libros de dibujo. La ruta de los Pueblos Blancos comienza en Arcos de la Frontera y termina en Ronda. O al revés. La emoción, de una u otra forma, es la misma.

Hoy, muchas décadas después, aquella ruta sigue conservando el aura romántica de entonces, y aunque el orientalismo se ha difuminado y los bandoleros dejaron de pulular por estos montes, sus pueblos y ciudades parecen haber pactado con el tiempo para que todo continúe igual que entonces.

Establezcamos un inicio. Situémoslo en Arcos de la Frontera, sobre una abrupta peña ceñida por las aguas del río Guadalete. La ciudad más blanca de Cádiz ha ejercido a lo largo de la historia como prototipo perfecto de los pueblos blancos del sur. Su barrio viejo es una maraña de calles estrechas, de plazas mínimas y casas encaladas.

En tiempos de la conquista cristiana, allá por el siglo XV, Arcos ejerció como límite de fronteras. De ahí, con toda probabilidad, le viene su apellido. Las leyendas, en cambio, llegarían siglos después, en aquellos tiempos en que la ciudadela se acicalaba con iglesias y conventos de tono barroco. Los amores entre la molinera y el corregidor hicieron correr ríos de tinta en las manos de los escritores extranjeros, que no tuvieron empacho en situar aquellos escarceos entre las esquinas y los patios perfumados que salpican el barrio viejo.

De aquellos posos no escapó la plaza del Cabildo, donde se levantan los edificios principales de la ciudad. A ella asoman el castillo que en otro tiempo fue árabe y la Iglesia de Santa María, el templo principal, que comenzó siendo gótica y abrazó con el tiempo otros estilos hasta convertirse en uno de los monumentos artísticos más importantes de la provincia de Cádiz. El balcón de la plaza es un mirador deslumbrante, una de las azoteas principales de Andalucía. Frente a los ojos del viajero moderno se extiende un paisaje ancho, de lomas femeninas, cortijadas diseminadas por mitad de los cerros bajos y los meandros del río buscando con ansiedad la cercanía del Atlántico.

Hay algo que hermana a todos los pueblos blancos: la obligación de perderse entre sus calles. Así, con un poco de suerte, si aún continuamos en Arcos tropezaremos tarde o temprano con la Iglesia de San Pedro o con el Convento de la Caridad, cuya elegancia barroca evoca la arquitectura colonial de Perú, Bolivia o Colombia. Pero habrá algo que nos llamará poderosamente la atención. Son las llamadas orejeras que abundan por toda la ciudad, pero que están más presentes en la calle Núñez de Prado, a un paso de la plaza del Cabildo. Las orejeras son hendiduras hechas entre los ventanales de las casas con el solo propósito de observar con mayor facilidad la escena de la calle, sin necesidad de girar en exceso la cabeza. Su misión no era otra que servir al chisme, al murmullo y al cotilleo.

RUMBO A LAS SIERRAS. Camino de la sierra de Grazalema, la ruta se interna por montañas y bosques que muy poco han cambiado desde los años en que fueron recorridos por los viajeros románticos. Grazalema es el corazón de la ruta, un singular trozo de la geografía sureña que entre otros muchos méritos ostenta el honor de ser el lugar donde más llueve de España. Por sus sierras la naturaleza ha legado rarezas botánicas como el pinsapo, un abeto prehistórico único en la península del que tan sólo quedan algunas manchas en este área protegida de la provincia de Cádiz y en la vecina Sierra de la Nieves, al sur de Ronda.

Pero no es sólo la belleza de su exaltada naturaleza lo que llamó la atención de aquellos caminantes del XIX. La ruta se adentra por algunos de los pueblecitos más bellos del sur, donde la arquitectura tradicional conserva la escala del hombre, la medida del tiempo y el respeto escrupuloso por el entorno. Los pueblos blancos de la sierra de Grazalema son copos de #nieve por mitad de un paisaje de explícito verdor. Los pueblos evocan en sus nombres su pasado andalusí y el continuo conflicto medieval por fijar endebles fronteras. Olvera, Setenil, Benaocaz o Benamahoma son algunos de ellos.

También lo es Zahara de la Sierra, cuyo caserío descansa a las faldas de un alto risco coronado por un torreón de época nazarí. Su semblante blanco y vertical se refleja en las aguas color turquesa del pantano que lleva su nombre y el de la vecina localidad de El Gastor. Sus casas, sus empinadas e imposibles cuestas, sus casas encaladas por primavera son una herencia directa de su pasado árabe. Las puertas son mínimas y las ventanas están enrejadas hasta el suelo. Al lado de estas casas populares hay otras que evidencian un mayor boato, casonas de rancio abolengo situadas la mayoría en la calle Ancha, espigada y serpenteante, abierta a miradores desde donde advertir la presencia constante del pantano y que acaba a los pies de la iglesia parroquial consagrada a Santa María de la Mesa.

Olvera queda próxima, entre campos sembrados de olivos y cerros de mediana altura. Sobre el pueblo se elevan los campanarios gemelos de la Iglesia de la Encarnación y, al lado, el viejo torreón nazarí, convertido hoy en un centro de interpretación de la vida en la frontera. Se diría que iglesia y torreón compiten por ver cuál de los dos es más alto. De lo que no hay duda es de que desde las almenas de la vieja fortaleza musulmana se divisa una de las vistas más impagables del norte gaditano, una ancha sucesión de cadenas montañosas, desfiladeros y barrancos, tiernos valles y caminos que, vistos desde aquí,constituyen una tentadora incógnita.

Setenil de las Bodegas guarda el encanto de sus casas protegidas por los grandes farallones rocosos que corren paralelos a un río de aguas estacionales y Benamahoma se abraza a la autenticidad de su pasado mimando una de las arquitecturas populares mejor conservadas de los pueblos de la ruta.

Pero es entre Zahara de la Sierra y Grazalema donde el itinerario despliega sus mayores encantos naturales. Zahara es el mejor punto de partida para internarse en los secretos del parque natural. La carretera trepa hasta el puerto de las Palomas. A un lado del camino nace el sendero que desciende hasta la Garganta Verde, una angostura de difícil y retador acceso por cuyas profundidades discurren las aguas frías del arroyo de los Ballesteros.

TIERRA ENCRESPADA. Kilómetros más adelante, el paisaje cambia con brusquedad. A un lado y a otro del camino se encrespan quebrados riscos, farallones y roquedales con formas afiladas y fantasmagóricas. A lo lejos se divisan las manchas del pinsapar donde se yerguen abetos de formas perfectas, arracimados en el circo que forma la sierra del Pinar. Esta área de reserva se extiende por un terreno escarpado de tres mil hectáreas, delimitada por el triángulo geográfico que forman las poblaciones de Zahara, Huerta de Benamahoma y Grazalema.

Una carretera zigzageante y estrecha desciende hasta Grazalema. A la sombra de la peña de San Cristóbal, el pueblo que da nombre y sentido a la sierra resume su caserío en un puñado de calles de asimétrico trazado y una plaza donde toma asiento la iglesia octogonal de La Aurora, fechada en el siglo XVIII y convertida en un delicado relicario barroco. En el barrio alto, frente a los bosques de pinares y las cumbres desdentadas, se halla la pequeña Iglesia de San Juan, levantada sobre una vieja mezquita árabe. En las calles del centro hay tabernas y posadas que están abiertas desde principios del siglo pasado. También hay tiendas de artesanía tradicional donde venden mantas y tejidos de lana merina de vivos y llamativos colores.

Villaluenga del Rosario y Benaocaz anuncian la proximidad de la ciudad de Ronda. Atrás quedan las rugosas y ásperas sierras. El paisaje comienza a suavizarse, a ondular los cerros, a apaciguarse. Pero es sólo una errónea impresión. De pronto aparece Ronda, sesgada por un violento navajazo. El Guadalevín, al que los árabes le dieron el dulce nombre de río de la leche, amputa en dos la ciudad.

Al principio, el río desciende con docilidad hasta que sus aguas hocican en los farallones de roca que se levantan como sombras a los lados del tajo. Al final, el agua se despedaza en mil partículas, dibujando una elegante cola de caballo que termina perdiéndose entre los cauces y las orillas. De esta forma, Ronda queda dividida en dos: la ciudad vieja y la ciudad nueva. El Puente del Tajo, proyectado en su día por Juan Martín de Aldehuela, une las dos ciudades desde la segunda mitad del siglo XVIII. Noventa y tres metros lo separan del lecho del río.

La ciudad vieja es romántica, silenciosa y tímida. La ciudad nueva es mundana y bulliciosa, muy andaluza y colorista. Hay en ella iglesias decimonónicas, hoteles donde se hospedaron y escribieron los viajeros que dieron fama universal a esta ciudad malagueña y hasta una plaza de toros considerada la más bella del mundo que cada mes de septiembre celebra sus famosas corridas goyescas.

La ciudad vieja es otra cosa. La calle Armiñán ejerce de columna vertebral. Más de un siglo llevan algunas tiendas de anticuarios abriendo sus puertas bajo los soportales de esta calle. En las antiguas almonedas, entre corredores y pasillos que conducen a patios privados, se apilan muebles de madera noble que pertenecieron en un tiempo a la aristocracia rondeña. Hay cuadros, sables, trabucos, pilastras y hornacinas carcomidas por el olvido y el tiempo.

La ciudad aristócrata está apresada en la plaza de la Duquesa de Parcent. A un lado queda el ayuntamiento. Sus dos plantas están enmarcadas por deliciosas galerías con arcos de inspiración mudéjar. A su lado se alza la capilla barroca de Santa María Auxiliadora. Metros más allá, un convento habitado por hermanas clarisas. Y presidiéndolo todo la Colegiata de Santa María, uno de los edificios más sobresalientes del vasto patrimonio rondeño. Por dentro, Santa María muestra dos estilos: el gótico está muy definido en la cabecera, en torno al altar mayor. El renacimiento se manifiesta a los pies, entre las columnas, los capiteles y las bóvedas llenas de esbeltez y gracilidad que por fuera enmarcan el monumento.

LA TUMBA DE ORSON WELLES. Las calles que bordean Santa María son estrechas y huidizas. Llevan nombres míticos: Moctezuma, el Gigante, los Tramposos... En torno a ellas se abren los palacios señoriales, las casas solariegas, las dependencias aristocráticas convertidas hoy en deliciosos restaurantes y encantadores hoteles que dan servicio a una clientela ávida de cultura, arte y sosiego.

Y es que Ronda tiene un poder hechizante. Poetas como Rainer Maria Rilke le dedicaron largas estrofas, y más recientemente Ernest Hemingway y Orson Welles compitieron en amistad con un Antonio Ordóñez, que hizo de la tauromaquia un arte de indescifrable interpretación. Tanto es así que Orson Welles decidió morir aquí. Su cuerpo reposa en la finca que la familia Ordóñez posee a las afueras de Ronda, al lado de un pozo, en una cripta custodiada por un castaño y un limonero.

  • Callejón de las...
  • ...Monjas. El Callejón de las Monjas de Arcos de la Frontera discurre al lado de la iglesia de Santa María, cuya fachada principal mira a la plaza del Cabildo. Lo más sobresaliente de esta estrecha calle son los arbotantes levantados en 1699 para contrarrestar el empuje del muro de la iglesia principal.

  • La Casa del Rey...
  • ...Moro de Ronda. Enaltecida por las casonas solariegas y los palacetes, a la calle Armiñán de Ronda le nacen otras callejuelas más estrechas y quebradas que bajan hasta la Casa del Rey Moro. La leyenda romántica reside aquí, entre el empedrado de los suelos, las cruces de los caminos y los ventanales confinados entre hierro y silencio. La Casa del Rey Moro, que la construyeron mediado el siglo XVIII, tiene un jardín donde reina el rumor del agua tibia, las plantas perfumadas y los azulejos de chillones colores. Entre el jardín se abre una escalera que es un misterio. Posee 300 peldaños que descienden hasta la orilla del Guadalevín. En los escalones se amontonan fábulas, cuentos y leyendas de amores despechados, caballeros de triste rostro y damas de olvidado recato.

  • San Juan de Letrán...
  • ...de Zahara de la Sierra. La capilla de San Juan de Letrán de Zahara de la Sierra no tiene ni 50 años. Fue construida sobre la anterior ermita y sigue los mismos postulados arquitectónicos de aquélla. Su interior es íntimo y silencioso. En un pequeño altar se yergue la talla del Cristo de la Vera Cruz que procesiona en días de Semana Santa por las calles del pueblo. Al lado de la capilla se levanta la torre del Reloj, fechada en el siglo XVI. Han pasado cinco siglos, pero sus agujas aún siguen marcando las horas y los minutos de un pueblo donde el tiempo se mide de una manera distinta. Al menos, de una manera más lenta y comedida.

B2: Para leer. A propósito de "El verdugo"

"He matado a 130. Soy como un cirujano".
El ejecutor de Yemen muestra su cara: «Tengo 29 años y siempre quise hacer lo que mi padre, que mató a 2.894 personas» «Piense en un cirujano que abre el cuerpo del paciente. ¿Quiere decir que es cruel?» «La espada requiere mucha fuerza. Con el fusil se sufre menos»

Por Javier Espinosa (
El Mundo)

Talal Al-Taib tenía 11 años cuando concertó su primera cita con la muerte. Estaba en la escuela y un profesor le advirtió que no se inquietara al escuchar disparos. Las autoridades habían programado una ejecución en los alrededores. El pequeño llevaba tiempo intentando convencer a sus compañeros del desempeño de su padre. No le creían. Por eso decidió escaparse de clase y asistir al ajusticiamiento. Aquel día el verdugo, su progenitor, no mató a una, sino a 10 personas. Una tras otra. Entre ellas a una mujer que había quemado vivo a uno de sus hijastros.

El menor sentía una fascinación inexplicable hacia el cometido de su padre. Verle rodeado de multitudes le inclinaba a pensar que era una persona muy importante. «Cuando acabó todo me acerqué y le di la mano. Cogí el kalashnikov y nos fuimos andando, abrazados. Entonces [mis compañeros de colegio] me creyeron. Estaba muy orgulloso», rememora Talal en su domicilio de Saná.

Siete de julio del 2009. Han pasado ya 17 años desde esa jornada. El vídeo recoge los últimos instantes del condenado Yehya Hussein Al-Raghwah. Muchas cosas han cambiado en la vida de Talal Al-Taib. Su ligazón con la muerte se ha estrechado. Ahora es él, no su padre, quien ejerce de verdugo. La grabación lo muestra portando un uniforme pulcro y acicalado. Tocado con la boina azul que caracteriza a su unidad, guantes negros, una cartuchera en la cintura y el kalashnikov.

El final de Yehya atrajo a miles al centro de la capital. Su ejecución se había anunciado en varias ocasiones. La turba se aglutinó días antes esperando que lo lanzaran desde lo alto de un edificio. «Hay un hadiz (dicho) del profeta Mahoma que dice que si se trata de una violación homosexual hay que empujar al culpable desde una montaña. El equivalente sería un edificio alto. Pero esa sentencia requiere que el delito haya sido visto por cuatro testigos y no había ninguno», aduce Talal.

El director de Yemen Today, Donald Macdonald, asistió a aquellas aglomeraciones. «Anunciaron una segunda vez que lo iban a tirar del mismo edificio y otra vez se llenó de gente. Pero se suspendió de nuevo. Después se corrió el rumor de que lo iban a lanzar desde un helicóptero», precisa.

El crimen del peluquero fue tan brutal como la sentencia que recibió. Durante el juicio reconoció que había violado a Hamdi Abdullah, de 11 años, y que lo asesinó cuando amenazó con decírselo a su padre. El pequeño sólo había entrado en su negocio para cortarse el cabello.

Talal conoció a Yehya cinco minutos antes de que se extinguiera su vida. Una cita desconcertante aunque rutinaria para el policía. Venía a despedirse. También a explicarle que él mismo sería el encargado de poner fin a su existencia. Como dice el propio ejecutor, esta charla está dirigida siempre a «convencer al reo de que su suerte está echada, que va a morir de todas formas y que no le conviene resistirse porque sólo sufrirá más».

Yehya parecía resignado. En las imágenes se ve cómo se arrodilla para protagonizar una última plegaria. Portaba un camisón blanco. Se lo desgarraron tras tumbarlo sobre la alfombra para que un doctor marcara el lugar exacto del corazón. Allí tenía que apuntar Al-Taib. «Le expliqué que había cometido un crimen y que la única manera de purificarse era encontrándose frente a Dios con el chico que había asesinado. Es la ley de Dios. Él asintió e incluso pidió perdón a los padres (de la víctima)», manifiesta el agente.

Entrevistar al verdugo, una vez que estamos cara a cara, no resulta complicado [En el mundo hay, según Amnistía Internacional, 58 países que practican la pena de muerte pero es prácticamente imposible conseguir que un ejecutor dé la cara]. Talal se muestra solícito y educado. Parece sorprendido y halagado por el interés que despierta en el periodista. Lo difícil es reconstruir después la conversación. Comprender que se habla de cuestiones definitivas, de la vida y muerte de seres humanos. Lo complejo es analizar el perfil psicológico de un personaje que admite haber matado ya a 130 personas.

-¿Cómo se puede lidiar con tal responsabilidad?

-Piense en un cirujano que está abriendo el cuerpo de su paciente. ¿Quiere decir eso que es cruel? No. En Yemen las ejecuciones han sido uno de las pocas medidas que han frenado los asesinatos tribales. Éste es un país donde todo el mundo tiene armas y donde las diferencias entre tribus se dirimen a tiros. La única forma de parar el ciclo de venganzas es que los jóvenes sepan que arriesgan su propia vida.

El muchacho reconoce que su única salvaguarda es asumir que «ejecuta un deber religioso. No estoy asesinando sino aplicando la Sharia (ley islámica)».

ATEOS Y CRISTIANOS

Al-Taib recuerda que su controvertido oficio no es patrimonio exclusivo de esta nación o de su credo religioso. De hecho, entre los países donde la pena capital está más extendida se cuenta un Estado que se declara ateo, China, y otro donde el cristianismo es mayoría, EEUU. El yemení de 29 años recibe al extranjero portando el atuendo tradicional, con la jambiya (puñal típico) al cinto. Es la hora del qat (el narcótico vegetal que suelen mascar los locales) y Al-Taib se encuentra enfrascado en esta arraigada costumbre en el diwan (salón) de su residencia.

Es una vivienda sin pretensiones. No tienen generador propio y parte de la charla se desarrolla a la luz de las velas. Los retratos de su padre se multiplican por el salón. Saleh de uniforme. Saleh de joven. No hay duda de la influencia que mantiene sobre la prole.

Sin embargo, el militar siempre se mostró renuente a que siguieran sus pasos. Talal ni siquiera estudió para esto. Se graduó en contabilidad por la Facultad de Comercio de la Universidad de Saná (en la capital de Yemen). «Era mi destino», asevera.

La estrella del chaval quedó determinada muchos años atrás. Exactamente en 1965. Todavía no había nacido. Él lo achaca a otra eventualidad. «Un policía había asesinado a seis compañeros tirándoles una granada. Mi padre era militar y estaba en el lugar donde debía ejecutarse la pena. El mismo ministro de Interior le eligió porque sabía que era un hombre valiente». Le pegó un tiro y ese día Saleh Muthanna Al-Taib fue designado ashmawi (verdugo) de Yemen.

Su carrera se alargó hasta el 2004. Un ataque al corazón la interrumpió de forma abrupta. «Tras ejecutar a miles de de personas Saleh se encontró con su Dios mientras ayunaba». Al-Taib todavía guarda el titular de portada que le dedicó el matutino local. El joven quiere ser preciso. «Fueron 2.876 hombres y 18 mujeres», puntualiza.

Como pasa ahora también con su hijo, Muthanna también estuvo vinculado a casos que generaron un auténtico furor público. ¿Quién no recuerda en Yemen a Mohamed Omar, apodado el violador de Saná? El sudanés fue sentenciado por asesinar y despedazar a dos mujeres, aunque en torno a él se tejió una leyenda y le atribuyeron decenas de crímenes.

El 22 de junio del 2001 Al-Taib se encontró rodeado por una horda de decenas de miles de personas. La práctica nacional estipula que se ejecute en público a los culpables de crímenes que han causado una conmoción social. Le dieron 80 latigazos por haber ingerido alcohol y después el verdugo, el padre de Talal, le descerrajó 4 balazos.

Saleh falleció un miércoles de septiembre del 2004. Esa misma jornada los tribunales dictaron otra pena máxima. Debía hacerse efectiva el sábado. La desaparición del comandante -ése era su rango- obligó a los carceleros a recurrir a un sustituto elegido al azar.

El desempeño del ashmawi se rige por una escala propia de valores y aquella ejecución culminó en «desastre», aludiendo a la expresión de Al-Taib. El reo sólo murió tras recibir ocho disparos. Una carnicería. «El verdugo tenía miedo y no lo hizo bien. La Sharia establece que las ejecuciones tienen que ser rápidas, que no se puede hacer sufrir al reo».

Saleh había dejado cuatro vástagos y el director de la prisión central de Saná llamó a la familia para preguntarles si alguno quería «heredar» el cargo. El clan eligió a Talal. Tenía 24 años.

Dos meses más tarde se le encomendó la primera misión. Cuatro ajusticiamientos en un solo día. Talal había presenciado junto a su padre más de una treintena, pero no había matado nunca. El responsable de la cárcel se lo preguntó y el chaval mintió. Todavía hoy no sabe por qué. «Le dije que sí». El estreno gozó del beneplácito generalizado. «Quedaron muy contentos», indica. Talal era el nuevo ashmawi de Yemen.

-¿Cuáles son los requisitos que se exige a un buen verdugo (aunque la propia pregunta semeja ser un desvarío)?

-Tienes que tener una fe muy fuerte y ser consciente de que estás siguiendo la ley de Alá. También ser valiente. No puedes dejar que te afecten el miedo, la sangre o los gritos de los convictos. Y tienes que tener un buen pulso para disparar siempre al corazón.

El joven acepta que su quehacer requiere una especial «fortaleza psicológica». Su padre intentó entrenar a cinco policías para que le sucedieran en el cargo. «No pudieron aguantarlo. Los cinco se volvieron locos», relata.

Toda la charla resulta turbadora. Apelar a los estereotipos sería muy sencillo.

Hablar de un individuo sanguinario podría ser el recurso exigido por la ortodoxia europea. Pero el ashmawi sintetiza todo un cúmulo de tradiciones locales. ¿Hay que condenar esta práctica? Sí, para defender la vida. ¿Resulta justo aplicar el ideario occidental a un entorno tribal como el yemení? La respuesta es del lector. Una vez que alguien se arroga la potestad de acabar con la vida del prójimo, el método se antoja un asunto nimio. Tan inhumano semeja achicharrar a alguien en la silla eléctrica como volarle la cabeza de un disparo.

Al-Taib especifica que en la normativa islámica la forma de ajusticiamiento «está relacionada con el tipo de crimen». Matar a pedradas sólo se aplica «cuando un hombre casado tiene relaciones con otro hombre o con una mujer casada. Es algo muy raro porque los cuatro testigos tendrían que haber presenciado el mismo acto sexual».

Durante la época en la que Yemen del norte se regía bajo la férula de los soberanos de la dinastía Mutawakilite (1918-62)), las ejecuciones se llevaba a cabo con la espada. Lo mismo que pasa todavía en la vecina Arabia Saudí.

De esa era data uno de los ajusticiamientos más sobrecogedores de la historia reciente del país. Acaeció en 1955, tras una sublevación abortada contra el imam -así se le denominaba- Ahmad Bin Yahya. Varios jefes rebeldes se refugiaron en el vecino territorio de Adén, bajo control británico, pero las fuerzas europeas se los entregaron al soberano.

Rabbi Burns fue uno de los soldados ingleses que les trasladó hasta Saná y allí asistió a su final. «Les hicieron ponerse de rodillas. A la voz de atención, los ayudantes levantaban los brazos de los prisioneros para que sacaran el cuello y fueran decapitados con un solo golpe. Todo había terminado en cuestión de segundos», escribió hace años en un relato autobiográfico.

La revolución de 1962 puso fin a la monarquía religiosa. También al uso del sable en las penas capitales. Talal argumenta que fue una decisión correcta.

«La espada requiere mucha fuerza. Nadie asegura que le puedas cortar el cuello de un solo golpe. El fusil es más fácil de usar y hace sufrir menos».

Muerte es la palabra más repetida durante toda la entrevista. Pareciera ser la única figura que se puede asociar a un verdugo. Sin embargo, Talal advierte que en ocasiones -no muchas- el ashmawi puede salvaguardar la existencia del recluso. Le ha pasado ya en dos ocasiones. La última en el 2006. «Tengo la potestad de intentar convencer a la familia de la víctima de que perdonen al sentenciado a cambio de dinero (lo llaman diyya en árabe, un término citado en el Corán que significa compensación)», explica.

UN ARMA CON HISTORIA

Aquél se trataba de un asunto de pura mala suerte. Un policía intentó detener al conductor de una motocicleta. La discusión derivó en reyerta y el agente intentó intimidar al sujeto disparando contra la moto. La bala rebotó y acabó con la vida de un viandante inocente. El guardia fue sentenciado a la máxima pena. «Convencimos a la familia para que le perdonaran en el último minuto. Ni siquiera pidieron dinero. Fue por la gracia de Dios», revela.

El verdugo insiste en justificar le necesidad de su labor en un escenario como el yemení. Alega que hasta los padres de niños díscolos suelen llamarle para inquirir sobre la fecha del próximo ajusticiamiento. «Los chiquillos de familias ricas piensan que pueden hacer cualquier cosa. Incluso asesinar. Los padres suelen llevarlos a las ejecuciones para que entiendan que existe una norma dictada por Dios: si derramas sangre, tu sangre será derramada».

Sólo al final del encuentro Talal contradice lo que parecen ser unas convicciones férreas. Ocurre cuando se le pregunta si le gustaría que alguno de sus dos hijos le sucediera en el cargo. «No», responde tajante.

-¿Por qué?

-Esta familia ya ha tenido suficientes verdugos.

Saleh Muthanna Al-Taib. Talal Al-Taib. Una saga de ejecutores. El nexo entre ambos quedó sellado a través del arma que utilizaba el primero. «Yo se la solía llevar a las ejecuciones», rememora. El chico asumió el puesto, la carga moral y hasta el fusil de su padre.

«¿Quieres verla?», inquiere.

La muestra con desenvoltura. Es una ametralladora común. Un AK-47. Las autoridades estiman que puede haber decenas de millones en el país. Pero ninguna, seguro, atesora un historial tan truculento como esta. Ha servido para fusilar a más de 3.000 individuos.

«Es la ley de Dios», repite.

martes, 19 de enero de 2010

B2, B1, A: Para ver. La dura vida de los marineros


Interesante reportaje en vídeo sobre un oficio desprestigiado.

A1: Para leer y debatir. Repasando hábitos.

Hábitos de consumo de los adolescentes españoles

La Vanguardia

http://www.lavanguardia.es/web/20051125/51198808134.html


Un estudio certifica el peso de los adolescentes en las decisiones de compra

Caprichosos y consumistas

Son poco más de tres millones de personas y crecerán en los próximos años. Tecnológicos y víctimas de la moda,los adolescentes españoles defienden sus propias pautas de consumo y tienen cada vez más peso en la decisión de compra de los hogares. Pero estos jóvenes desconfían de la publicidad y a las firmas les cuesta conectar con ellos
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Los jóvenes son los que llevan las compras de la tecnología en la casa y sólo un 3,2% se deja influir por la publicidad

PIERGIORGIO M. SANDRI - 25/11/2005
Barcelona

Un tercio de los adolescentes españoles se define "caprichoso". No es para menos. Un reciente estudio de la consultora TNS demuestra que la actual generación de jóvenes es una de las más consumistas. Al 65% de los encuestados les gusta ir de compras. Se independizan tarde y los padres (por la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral) están cada vez más ausentes. Y cuando se trata de satisfacer un deseo, los chicos consiguen el apoyo financiero de mamá y papá. "Están mimados. La mayor arma de negociación de los jóvenes es el sentimiento de culpabilidad y el cansancio de los padres", indica el informe de TNS.

Esta categoría, que agrupa a los chicos de entre 13 y 19 años, es una clase de consumidores que algunas empresas habrían de tomar en cuenta muy seriamente. Representan un 7,4% de la población y su número está destinado a crecer. Rozarán los 4 millones en el 2010. De acuerdo con el estudio, estos adolescentes pasan de política, religión, actividades sociales y viven sin preocuparse del futuro. Les gusta salir, navegar por internet. No dedican tiempo a la familia, no leen. Sus hábitos de consumo son peculiares. Si es necesario, ahorran. Comparan precios y marcas. Según TNS, son fashion victims (víctimas de la moda). Tres cuartas partes de sus caprichos se centran en prendas de vestir y en tecnología. El resto, en cosmética y snacks.

En lo que se refiere al vestir, se gastan en ropa algo más de 2.400 millones de euros, lo que supone un 10% del total del mercado. Hay diferencias entre sexos. Las chicas compran más frecuentemente, mientras que los chicos acuden a las tiendas menos veces, pero casi siempre eligen productos de marca. Ellas prefieren las tiendas de Inditex (Bershka, Zara y Stradivarius), mientras que ellos visitan con asiduidad El Corte Inglés o Decathlon. "Para los adolescentes la marca es una manera de trasladar su imagen, en una edad que es tradicionalmente muy insegura", dicen desde TNS. En cuanto al móvil, los jóvenes dan más importancia al SMS, a los tonos y a los juegos que a las llamadas.

Más allá del consumo individual, su poder en las decisiones de compras del hogar está creciendo y esto se refleja claramente en los hábitos de las familias con hijos adolescentes. Este tipo de hogares se gastan más de 5.300 millones en productos de gran consumo, concentrando el 23% del total del mercado español. Acuden con más frecuencia a grandes centros comerciales. En la cesta de la compra de estos grupos aparecen más carne, bocatas, bollería y pizzas y menos fruta y verdura respecto al resto de núcleos familiares. Esto demuestra que los jóvenes, de alguna manera, se hacen oír. "El adolescente ya no es el rey, sino el emperador de la casa. Es mejor venderles a ellos que a sus madres", reconocen desde TNS. En cuanto a los productos tecnológicos, una encuesta realizada por el E-business center del IESE asegura que en el 90% de los casos son los jóvenes los que deciden las compras de tecnología en casa.

Sin embargo, la adolescencia es una edad difícil no sólo para los chicos, sino también para los publicitarios. Los jóvenes actuales no se dejan influir por los anuncios tradicionales, sobre todo en aquellos productos en los que los chicos consideran tener conocimientos suficiente, como, por ejemplo, en la telefonía. El estudio del IESE arroja más luz sobre este tema. "A pesar del enorme gasto de las operadoras en anuncios, la influencia de la publicidad en la decisión de compra de los teléfonos móviles es reducida. Su incidencia es muy escasa, apenas un 3,2% de los jóvenes la tiene en cuenta. En cambio, los amigos y conocidos determinan la compra de un 37% de los encuestados y sólo un 17% se deja influir por los progenitores".

Pere Vives, director del servicio a clientes de TNS Worldpanel, reconoce que "entre los adolescentes el boca oreja puede tener mucho peso. Por eso, es importante que se conozca su estilo de vida, para que las empresas consigan convencerlos. Para conectar con ellos, los anunciantes deberían divertirlos". La tarea se presenta difícil. Incluso los canales de comunicación más alternativos despiertan su desconfianza. Un 45% de ellos asegura que hay "demasiada" publicidad on line. Para el adolescente, si hay que comprar es mejor confiar en la opinión de los amigos. Que son caprichosos como él.

A1: Para repasar. Ensalada de léxico.

Reúne los siguientes términos bajo estos campos léxicos y ponles artículo a los nombres:
1. Familia
2. Alimentación
3. Ropa
4. Casa
5. Carácter
6. Descripción física
7. Accidentes geográficos
8. El barrio, la ciudad
9. Profesión


juez, arroz, abuelo, periodista, soso, falda, queso, cocina, despistado, lechuga, raro, tía, bufanda, leche, cuarto, céntrico, policía, guisantes, aburrido, pasillo, suegro, azúcar, atún, traje, embutido, fontanero, sótano, farmacéutico, marisco, calcetines, nieto, comedor, río, botas, moreno, sobrino, isla, ruidoso, cordillera, alegre, yerno, modelo, sal, brazo, pierna, divertido, espalda, maestro, vago, padres, nariz, dedo, trabajador, pecho, cara, rubio, habitación, oreja, pelo, correos, estanco, artesano, camisa, comisaría, cajero, iglesia, aparcamiento, cariñoso, postre.

A1, B1: Para repasar la biografía. Juanita Calamidad.

Una calamidad de mujer… Por Abraham Alonso (Muy Interesante) No se conoce con certeza la fecha en la que (1) Martha Jane Canary-Burke, quizá en 1852, pero sí sabemos que (2) una de las mujeres más conocidas del Oeste, que su puntería (3) legendaria y que sus camaradas la (4) como Juanita Calamidad –Calamity Jane. A los 17 años, Martha, que era oriunda de Princeton (Missouri), ya (5) experiencia como camarera, cocinera, enfermera y bailarina de salón. Además, (6) una experta tiradora, una excelente jinete y trabajaba en cualquier cosa que le proporcionara suficientes ingresos para mantener a sus hermanos, ya que sus padres (7) un par de años antes. La leyenda, en ocasiones alimentada por ella misma, envuelve la biografía de Juanita Calamidad. De ella se dice que se unió al ferrocarril Union Pacific –algunas fuentes aseguran que (8) la única mujer que trabajó en la línea– y que incluso le fue reconocido el derecho a beber en el mostrador de los salones, como un hombre más. En 1870, Martha aparece ya sirviendo a las órdenes de George Armstrong Custer como explorador, vistiendo ropas masculinas, un hábito que conservó durante casi toda su vida. Aunque no está claro si formó realmente parte del ejército regular, sí se sabe que participó en varias campañas, especialmente en la represión de diversas revueltas indias. De hecho, se cree que Martha pudo ganar su apodo cuando en 1873 rescató al capitán Egan, uno de sus superiores, tras ser herido en una emboscada. En 1876, la aguerrida aventurera y bebedora consumada se estableció cerca de la localidad aurífera de Deadwood, en Dakota del Sur, donde trabó amistad con el Salvaje Bill Hickok. Aunque tras el asesinato de éste, Calamity aseguró que se habían casado y que incluso era el padre de su hijo, su relato aún no ha podido confirmarse. De cualquier forma, lo cierto es que durante su estancia en Deadwood sí fue recordada por sus conciudadanos por los cuidados que ofreció a los afectados por la viruela. En 1884, Juanita se trasladó a El Paso, en Texas, donde se (9) con Clinton Burke, un conocido cowboy y conductor de diligencias de la región. A pesar de que (10) una hija, el matrimonio no prosperó y en 1896, ya separada, Juanita (11) unirse al espectáculo del Salvaje Oeste de Buffalo Bill. En 1903, Juanita Calamidad (12) como consecuencia de una neumonía que había contraido. (13) tal como deseó, al lado de Bill Hickok, en el cementerio Monte Moriah que domina Deadwood. Fuente: http://www.muyinteresante.es/una-calamidad-de-mujer

B1: Desde Miami. Los consejos de la doctora Isabel
















Enséñale con el ejemplo


Doctora Isabel:

Tengo dos hijos y me preocupa especialmente el de 7 años. Es buen niño, le gusta jugar, correr y todo lo que le gusta a un niño de su edad, pero no le gusta estudiar. Yo sé que es inteligente por cosas que pasan y uno se da cuenta. El y mi hija de 9 años se quieren mucho. Claro, también se pelean como todas las criaturas, pero lo que me preocupa es que el otro día mi hijo usó la computadora después del turno de su hermana, e hizo un berrinche porque ella cerró un poco la pantalla del computador. Empezó a llorar, pero yo no pude abrirla. No le tomé importancia sólo se había cerrado como un 10 por ciento. Le dije que tenía dos alternativas, jugar así o no jugar, y lo dejé en el cuarto del computador. Al rato, escuché sonidos como si alguien no pudiera respirar y lo vi frente a un espejo con sus dos manos en el cuello. Le di una bofetada, lo viré y le di como cuatro nalgadas.

Hablé con él y le dije, ``¿te quieres matar?'' Le expliqué lo que podía pasar, ya que siempre les digo todo lo que es la verdad. Esto ocurrió hace tres días y no sé qué pensar.

Silvia

Hola Silvia:

Me voy a poner en la posición de madre de este niño.

¿Qué puede hacer una madre cuando observa un comportamiento tan extremo como ése? Sé que te has preocupado y, efectivamente, eso es como para preocuparse. El agarrarse por el cuello refleja que está copiando algo que ha visto en la televisión o que ha observado esto en casa en un adulto. El resultado de la pelea con la hermana, por lo que nos cuentas, refleja un bajo grado de frustración, que indica que por cualquier cosa que ocurra, cuando las cosas no salen como él quiere, entonces va a hacer algo para desquitarse.

Primero, tienes que decirle, pausadamente, que no todo en la vida sale como uno quiere. Pregúntale qué es lo que él quería lograr con eso. A veces, a esta edad, piensan que te puedes herir pero después te recuperas. Parte de la lección es que le hables, que le enseñes la importancia de la paciencia; ya a esa edad puede entender. Al mismo tiempo, con tu comportamiento, hablándole y enseñándole con paciencia y no con gritos, le enseñas con tu ejemplo.

Establece reglas para los dos, la niña y el niño. Establece tiempo para ella y para él, y trata de estar presente cuando ellos están jugando o en la computadora.

Ponle una estructura a su vida, cuándo tiene que hacer su tarea y cuándo tiene que leer y quítale un poco la televisión.

Sé que pasará un tiempo antes de que entre en el ritmo de comportarse correctamente.

Reconócele cuando su comportamiento sea correcto, verás que funciona.

Dra. Isabel

La Dra. Isabel Gómez-Bassols (www.doctoraisabel.net) es pedagoga y psicóloga. Su programa radial se escucha en la 1140 AM WQBA de lunes a viernes de 1 a 3 p.m. Escriba sus cartas a isagb17@hotmail.com o a Univision Radio Network 800 Douglas Rd. Annex Bldg. Suite 111, Coral Gables, 33134.

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/opinion/columnistas/ladraisabel/story/631137.html

B2: Para leer y debatir

La verdad es 'relovucionaria'

Por Quim Monzó (La Vanguardia)

Menudo revuelo se ha organizado con lo de los vídeos equivocados que pasaron el miércoles en el Telediario 2 de TVE. Para ilustrar la noticia del seísmo de Haití colocaron imágenes de una tormenta en Venecia durante un festival de rock de hace dos años. Y mientras la gente veía cómo la torre de altavoces se venía abajo en plena tormenta veneciana, la reportera explicaba, como si estuviésemos viendo lo de Haití: "Es el momento del terremoto. En este vídeo de aficionado se aprecia cómo una construcción se desploma por completo, y el terrible estruendo". Llevados por la pasión periodística, en el mismo Telediario 2, al hablar luego del temporal de frío y nieve que desde días atrás se vivía en la Península, pasaron imágenes –también de hace dos años– de la población de Freeport, en Maine, en la costa atlántica de Estados Unidos. La presentadora explicaba: "Estas imágenes son de San Lorenzo de Calatrava, en Ciudad Real. Es un vídeo doméstico que nos ha llegado hoy pero que se grabó durante las riadas de hace dos semanas. El agua arrastra la tierra, rompe el asfalto y hace desaparecer finalmente, como ven, la carretera".

TVE ha pedido disculpas y ha abierto investigaciones. Según parece, el mismo vídeo de las riadas de Freeport circulaba hace un año en YouTube como si fuese del tsunami de Samoa. Son cosas que hace la gente. Pilla un vídeo y si es confuso –como suelen serlo los de riadas o terremotos– lo vuelve a colgar con un título diferente. De modo que es probable que ese mismo vídeo de Freeport que hace un año sirvió para el tsunami de Samoa y ahora para las riadas de Ciudad Real, sirva el año próximo para ilustrar el desbordamiento del Danubio, caso de producirse. No es mala idea. Si lo que se busca es el impacto visual, la evidencia de la catástrofe, ¿qué más da que en realidad la catástrofe se produjese en Tahití o en Barbastro? Se impone la creación de un banco de vídeos a disposición de las cadenas de tele, e incluso de las agencias publicitarias. ¿Acaso no recordamos ya las diversas ocasiones en las que el Patronat de Turisme Costa Brava usó paisajes de las Bahamas, de Australia y del Canadá como si fuesen Cadaqués o Tossa? Tal fue el impacto de aquel escándalo que el Patronat de Turisme aprendió la lección –de pe a pa– y hace unos meses, en septiembre o así, reprendió a la compañía aérea Spanair porque en su revista Spanorama publicó un reportaje en el que incluía una fotografía del castillo tarraconense de Tamarit, colándolo como de la Costa Brava. Hay que decir que, para más inri, el título del reportaje era La verdadera Costa Brava.

Tomando ese titular como modelo, podríamos clonar: El verdadero terremoto de Haití, Las verdaderas riadas de Ciudad Real... No faltará quien diga que la falta de publicidad en TVE empieza a notarse.

jueves, 14 de enero de 2010

B2: EE. Consejos para las Cartas al Director.

Cómo escribir Cartas al Director de un periódico

La sección Cartas al Director es de las más leídas de los diarios, sean gratuitos, de pago o digitales por lo cual, constituyen un excelente foro para casi cualquier tipo de lucha por una buena causa, de esas que no fácilmente llegan a las masas sin el desembolso de algún dinero en publicidad.

Después de mi experiencia como Directora Editorial del Diario más antiguo de la Ciudad de San Luis Potosí, puedo decirles que siguiendo los pasos que le voy a dar, no le será difícil publicar una o más cartas en el medio que usted haya elegido…

1.- Veracidad
La verdad convence. Céntrese en los hechos, en lo sucedido. No exagere.
Tampoco hable mal de alguien. Mejor concéntrese en describir fidedignamente lo que ha sucedido y en decir por qué no le gusta.

2.- Sea Breve
El máximo suelen ser unas 20 líneas, una cuartilla, pero si es más corto, mejor, sobre todo en diarios de papel.

3.- Constancia
Intente escribir al menos una carta al mes, y mejor una por semana; eso le servirá para ganar práctica, pulirá estilo hasta que en algún sitio comiencen a publicarle. Recuerde: Cada publicación pueden ser cientos, miles o decenas de miles de lectores.

4.- Originalidad
No escriba machotes. Mejor diga lo mismo con sus propias palabras, con sencillez y claridad.

5.- Sea identificable
Una carta sin datos que identifiquen al autor puede ser un anónimo. Le sorprendería saber cuantas cartas terminan en la basura por no incluir: nombre, teléfono, firma, dirección completa, CP, e-mail, etc.

6.- No disgregue
No use usted una sola carta para protestar por varios temas: no tendrá
espacio y no se entenderá nada. Escriba una carta para cada tema, con
títulos, sobres y estilos distintos.

7.- Actualice
Aproveche los temas de actualidad: si todos los medios están hablando de la “Muerte Digna”, crímenes de gruperos o Inseguridad, no escriba sobre cáncer, contaminación o aborto… a menos que elegantemente consiga relacionarlo o actualizarlo con un hecho actual o novedoso. Su carta influirá más si escribe sobre los temas que están en el candelero.

8.- De un Plus
Son muy eficaces las cartas que empiezan con un hecho estadístico o con una cita de algún personaje famoso: relacionándolos siempre con nuestro tema

9.- Crítica constructiva
Las cartas del tipo “Yo estoy bien, tu estás mal “, que se limitan a
criticar, no son buenas candidatas a publicar. Mejor céntrese en dar una lluvia de ideas para solucionar los problemas que quiera comentar.

10.- De secuencias
Otra técnica es escribir cartas bien argumentadas en apoyo a cartas anteriores, nuestras o ajenas pero sobre el mismo tema, que dan siempre un toque positivo a la imagen del Medio y por tanto suelen publicarlas.

11.- Capture la atención
Es muy bueno empezar una carta con una anécdota personal, algo que le pasó a usted y pueda interesar a los lectores. También es bueno empezar con un reto o una pregunta. Invariablemente una carta se publica si desde la primera frase, consigue la atención del Editor.

12.- Sea convincente
Usted debe tener claro lo que quiere defender y sus argumentos deben ser igual de nítidos. Si cree lo que dice y lo dice con claridad, su mensaje será contundente y muy efectivo.

13.- No difame; sea pulcro.
Los Medios casi nunca publican cartas insultantes o groseras. El tono debe ser de cordialidad y educación, sin difamaciones ni groserías incluso en el desacuerdo.

14.- Revise muy bien su texto
Repase su documento o pídale a alguien que lo haga por usted. Si sus familiares más cercanos, que son quienes mejor conocen su forma de decir las cosas, no logran entenderlo, no espere que el Editor, para quien usted es un simple desconocido, lo haga y la tirará al cesto de la basura.

15.- Sencillez, el mayor plus
Atento: la sencillez, claridad… ¡Y la ortografía¡ son vitales. Nadie le publicará una carta si viene con faltas de ortografía, sintaxis o analogía.

16.- Rompa la pasividad
Anime a la acción. Si su carta es por una causa justa, no sólo debe hacer pensar sino animar a actuar. Recuerde: La fe mueve montañas

17.- Facilite las cosas
Póngaselo fácil al Editor que lleva la sección Cartas al Director y déle un buen título, letra clara (a máquina o computadora y grande), sin faltas de ortografía, cortita, y mejor aún: por e-mail. Al redactor lo que le gusta es hacer clic en “copiar” y luego en “pegar”.
18.- Epistolar
Empiece siempre con “Señor director…” para dar muestra de su educación y que usted no es ningún patán y para dar el primer paso anteponiendo siempre el respeto.

19.- Primer truco
El de las muchas firmas. Cuando una carta va firmada por varias
personas o en nombre de una asociación tiene más posibilidades de llamar la atención y de ser publicada, siempre que el estilo no sea soso y excesivamente formalista.

20.- Segundo truco
El del niño que escribe: Si la carta la firma “Juanito, 10 años” el Editor sabe que logrará tocar la fibra sensible del los directivos del diario y de los lectores. Por tanto, aumenta su posibilidad de publicar… pero… ¡Debe ser verdad!

21.- No critique al diario… ni a sus competidores
Las cartas que empiezan criticando a toda la prensa empiezan mal. Los periodistas somos xriticos pero por regla, la ropa sucia la lavamos en casa, y una carta así irá a la basura y a lo mucho, haremos el comentario telefónico al directamente criticado.
Y si critican al diario es peor. Las que dicen “ya sé que
no me publicarán en su diario manipulador y tendencioso…” no serán
publicadas y si lo son, sólo será para hacerlo quedar mal a usted en perjuicio de su reputación.

22.- Recuerde: sea positivo.
Alabe al diario, diga su nombre para que vean que es más personalizada y resalte el servicio que presta la apasionante sección de Cartas.

23.- Use el humor: A todos nos gusta reír. Un chiste, ironía, paradojas, refrán, le ayudarán a ser publicado.

Hoy hay más prensa diaria que nunca, tanto en papel como en
Internet. Todos estos medios necesitan cartas en grandes cantidades para llenar sus secciones de opinión y siguiendo estos pasos no es difícil que usted lo logre

Suerte, y espero que esto les sirva.

Fuente: http://publicalpha.com/como-escribir-cartas-al-director-de-un-periodico/

martes, 12 de enero de 2010

B2, B1, A: Para leer. Reinhold Messner


El alpinista más grande de todos los tiempos


Fue el primer hombre en escalar el Everest sin oxígeno, el primero en subirlo en solitario y el primero en alcanzar las 14 cumbres que superan los ocho mil metros. Es Reinhold Messner, el montañista viviente más grande y famoso del mundo.

Por Rodrigo Cea (El Mercurio)

Le gusta decir que las montañas lo marcaron desde su nacimiento, que lo determinaron. Que su casa estaba en el corazón de los Alpes, rodeada de cumbres que se alzan más allá de los 3.000 metros. Que ahí se crió junto a su familia -mamá, papá y ocho hermanos más-, que no tenían auto, sólo una bicicleta, y que su único pasatiempo era salir a recorrer senderos. Cada semana escalaba un poco más alto y a los 12 años comenzó a salir sólo con su hermano menor, a lugares donde su padre ya no podía llegar. Era más coraje que técnica, le gusta decir, y que fue entonces, en las cumbres frente a su casa, que aprendió a desarrollar el instinto que más tarde le ayudaría a convertirse en el montañista más grande del mundo.

Una carrera ascendente


Escalador, escritor, fotógrafo y miembro del Parlamento Europeo desde 1999 hasta 2004, según su página web oficial, Reinhold Messner nació en Tirol del Sur -región italiana donde se habla alemán- el 17 de septiembre de 1944. Se crió en el Valle de Villnöss, donde fue al colegio para más tarde partir a la Universidad de Padua. Pero -y esto lo dice él mismo- los estudios no se le dieron bien, pues sólo pensaba en las montañas. Escalando todas las rutas difíciles de los Alpes en roca y hielo, no pudo terminar la universidad y fue natural que empezara a mirar más allá. Así partió al El Nanga Parbat, su primer ochomil.


Cerca de la frontera entre India y Pakistán, era 1970 cuando Messner tuvo su estreno en el Himalaya y subió los 8.125 metros del Nanga Parbat. ¿Un triunfo? Para nada: iba acompañado por su hermano Günter, quien -según contó Reinhold- murió durante el descenso por el valle del Diamir.


El hecho pudo haber terminado para siempre con su carrera deportiva, sobre todo por la oscura historia que comenzó a correr. Por ambición, decían, Messner había abandonado a su hermano en la pared del Rupal, para así lograr la cumbre.


Fue recién en 2004 que los análisis de ADN de unos restos humanos encontrados en el valle del Diamir confirmaron la versión de Messner. Cuando eso pasó, Reinhold dijo que eso no cambiaba nada, que él siempre había dicho la verdad, que él nunca lo había abandonado. "Ahora nadie se ha disculpado. No me importa", dijo 25 años después de la tragedia.
La muerte de su hermano no lo desalentó a seguir escalando, pero lo llevó a subir ochomiles en solitario. Siempre por rutas vírgenes, sus desafíos eran demasiado peligrosos y por eso fue que decidió no arriesgar la vida de más personas.


Como si eso no hubiese sido suficiente dificultad, Messner agregó más al decidir prescindir de botellas de oxígeno y, cuando se consideraba imposible, revolucionó el montañismo al alcanzar los 8.848 metros del Everest sin oxígeno y en solitario, en 1978.


El doble récord de Messner no calmó sus ansias de aventura y cuando en 1986 subió los 8.516 metros del Lhotse se convirtió en el primer hombre en subir los 14 ochomil del planeta, solo y sin oxígeno suplementario, por cierto.

En la era comercial


"Cuando hice mi último ochomil estaba comenzando ese alpinismo comercial. Hasta entonces la ley era ésta: sólo una expedición en cada vía. Cuando decidí terminar con todo esto fue porque había allí demasiada gente. Después me fui a la Antártica, donde entonces no había nadie: sólo había otra expedición (...). Yo siempre trato de ir donde no va nadie; cuando llegan los grupos, huyo como el viento y me voy a otro sitio", le dijo a Sebastián Álvaro, montañista y autor del libro Conversaciones con Reinhold Messner, para quien la opción de Messner de prescindir del oxígeno debe entenderse como una evolución lógica en su ideario.


Si al comienzo del alpinismo el objetivo era la cima y luego fue la dificultad, la filosofía de Messner -"de la renuncia", según el mismo define- propende al contacto salvaje con la naturaleza. Por eso dejó de lado el oxígeno y los tornillos: "En las expediciones, lo que me interesa es acercarme más a mí mismo; mirar hacia mi interior. Cuando subo muy alto, puedo mirar muy dentro de mí. Pero si introdujera medios técnicos entre la montaña y yo, no podría percibir ciertas sensaciones. Con la mascarilla de oxígeno no puedo percibir qué significa escalar alturas de 8.000 metros y más, combatir la tendencia del cuerpo a no obedecer y soportar la soledad sin ninguna ayuda", escribió Messner en Expedición al punto final, uno de los 50 libros -traducidos a una docena de idiomas- que ha escrito.


Hoy día Messner continúa viajando por el mundo grabando documentales, dictando conferencias y explorando sitios que el "montañismo comercial" -como califica al fenómeno que, reconoce, él mismo ayudó a fomentar- aún no ha descubierto: "Quiero soledad y naturaleza salvaje. Sin duda, jamás iré allí donde hay centenares de porteadores y alpinistas en la montaña. Estos últimos años se han llegado a reunir más de 400 personas en el campo base del Everest. A mí no me gusta hacer cola en el Everest (...). Yo también tengo algo de culpa en este panorama de expediciones comerciales, por haber contribuido a aumentar el valor de los ochomiles a través de mis libros, mis ascensiones o mis conferencias", le dijo a Sebastián Álvaro, para quien Messner "democratizó" las montañas del Himalaya, al realizar expediciones más pequeñas y ligeras y ponerlas al alcance de un mayor número de personas.


Después de ser eurodiputado por el partido Verde entre 1999 y 2004, cuando no está viajando Messner vive en su natal Tirol del Sur, donde dirige un museo histórico del montañismo (que además contiene una considerable colección de arte tibetano) y la Fundación Montaña Messner (www.messner-mountain-museum.it), que promueve la vuelta del montañismo a un estado más puro, aunque eso, según cree Messner, parezca casi imposible.


Él mismo dice que ya no tiene esperanza de que se prohíban las expediciones comerciales, pues los gobiernos sólo quieren vender los permisos y cuanto más mejor: "Sólo quieren dinero y les importa muy poco que la montaña se envilezca y se degrade con las basuras que se amontonan allí".


¿El resultado? Según Messner, las montañas han sido tan degradadas que ya no son montañas; que pagar mucho dinero y subir con cuerdas desde el campo base hasta la cumbre no es alpinismo ni nada parecido; que todo eso, dice, es sólo una industria turística.

Para muchos Messner es un sabio gracias a expresiones como éstas, extraídas del libro Conversaciones con Reinhold Messner. 1) "Lo más importante es saber que el montañismo involucra riesgo. Si vamos a las montañas y olvidamos que hay riesgo, cometemos errores (...). Una montaña es una montaña. Sólo existe. Es un pedazo de roca y hielo, quizás un pedazo bello, pero sólo es bello y peligroso si estamos ahí". 2) "Hoy en el Himalaya parece que todos están usando cuerdas fijas. No sólo clientes guiados, sino escaladores de punta que de un modo parasitario usan las cuerdas fijas, las carpas y las huellas de expediciones comerciales. Siguiendo los pasos de otros, ellos buscan récords, no la experiencia". 3) "La palabra 'profesional' no debe aplicarse a los alpinistas. Un futbolista, un motociclista, un tenista, éstos sí son verdaderos profesionales; es decir, deportistas que ganan mucho dinero por su propio trabajo, mientras los alpinistas gastamos mucho dinero para organizar una expedición".

Fuente: http://diario.elmercurio.com/2010/01/10/revista_del_domingo/grandes_viajeros/noticias/E90588D8-EDBF-44C5-8068-CDDA7C4B0D36.htm?id={E90588D8-EDBF-44C5-8068-CDDA7C4B0D36}

B2: Entrevista en la radio a Ignacio Bosque, ponente de la Nueva Gramática


Un poco larga, pero interesantísima.

B1: Narrar una película

Se llama ¿Y mi calcetín?
Escribid una sinopsis.

jueves, 7 de enero de 2010

B2, B1, A: Vídeos. Archivo de la experiencia


Excelente material vídeo para estudiar los pasados en este enlace.

B1: Una noticia. Comienzan las rebajas de la crisis


1. Un ejercicio de léxico. Reúne todo el léxico relativo a las rebajas.
2. Fíjate en las negritas. ¿Qué tiempo es?
3. ¿Qué recomienda el gobierno balear a los consumidores?



Las rebajas arrancan este jueves en Baleares y se prolongarán hasta el 7 de marzo con descuentos desde el primer día de hasta el 50 por ciento en las grandes superficies, como El Corte Inglés, y en los pequeños y medianos comercios con una previsión por parte de los comerciantes de que en los próximos dos meses, haya un gasto medio por persona de 90 euros, frente a los 101 euros del pasado año y los 95 euros previstos a nivel nacional.

Los pequeños y medianos comercios de las islas afrontan esta temporada de rebajas como una "auténtica incógnita", debido a los grandes descuentos que ya se han registrado en las últimas semanas y a la situación económica actual.

El presidente de la Federación de Empresarios del Comercio de Baleares (Afedeco), Bartomeu Servera, explica que la época de saldos dará comienzo tras una temporada "realmente mala", pese a que aún no hay cifras concretas de cómo se ha desarrollado la campaña navideña. Asimismo, apuntó que los "importantes" descuentos aplicados durante estas semanas previas a rebajas "provocan que sea complicado hacer predicciones".

En este sentido, ha manifestado que estos descuentos registrados en todos los establecimientos revelan que las ventas "no iban como debían ir", lo que, sumado al hecho de que la economía "continúa estancada", serán aspectos que condicionarán las próximas rebajas. En relación a los 'stocks' de las empresas, señala que cada caso es diferente y dependerán de las ventas que haya registrado cada una de ellas.

Por su parte, el responsable de Relaciones Externas de El Corte Inglés, Antonio Sánchez, avanzó que ya desde el primer día habrá descuentos generalizados de hasta el 50%, especialmente en confección, lo que "provocará que continúe la misma tónica de temporadas anteriores". "Se esperan descuentos importantes desde el principio y confiamos en que las rebajas sean buenas", incidió.

Tal y como especifica, los precios se verán reducidos entre un 40 y un 50% en los artículos de confección tanto de hombre como de mujer, mientras que los descuentos serán ligeramente inferiores en la ropa juvenil y de un 30% en las firmas infantiles. También los productos del hogar, como toallas, edredones, nórdicos, electrodomésticos y sofás, presentarán reducciones de coste aunque menores que en el caso de la confección.

En lo que se refiere a las grandes firmas de moda, el responsable de Relaciones Externas apuntó que actuarán de otra forma y registrarán descuentos de entre el 20 y el 40%. Por último, Sánchez asevera que debido a que el frío ha llegado más tarde que el pasado año, los clientes han decidido esperar a rebajas para realizar sus compras de invierno, por lo que auguró una "positiva" temporada de saldos en esta gran superficie.


Recomendaciones del Govern

Como suele ser habitual, la Dirección general de Consumo de la Conselleria de Salud y Consumo realiza una serie de consejos a la población para que los tengan en cuenta durante las rebajas, de forma que recomienda salir con una lista de compra y no abusar de las tarjetas de crédito, con el fin de hacer un consumo responsable en el que se equilibren las necesidades con el propio presupuesto.

Así, recuerda que las rebajas son una "muy buena ocasión" para comprar aquello que se necesita a un precio más ventajoso, pero precisa que debe hacerse siempre de forma "segura, saludable, sostenible y solidaria".

Asimismo, subraya que durante este periodo, se deben tener en cuenta que los productos "no pueden ser adquiridos por el vendedor especialmente para la venta en rebajas, sino que deben haber estado a la venta con anterioridad", mientras que, por otra parte, recalca que el precio rebajado debe estar indicado "claramente" junto con el precio anterior y deben estar "correctamente etiquetados".

La Direccion General de Consumo señala que los anuncios de ventas en rebajas en general deben afectar como mínimo a la mitad de los productos ofrecidos en el establecimiento comercial "sin perjuicio de que pueda anunciarse la oferta de cada artículo en concreto, que debe ser debidamente identificada y diferenciada del resto".

Además, destaca que los precios de venta deben figurar tanto en los escaparates, como en el interior del comercio y también se deben diferenciar las ventas rebajadas de otro tipo de ventas a precios inferiores a los habituales, como las ventas en liquidación, que se producen por el cierre o cambio de negocio; las ventas de saldos, que se realizan sobre productos deteriorados; o las ofertas, que se refieren a un producto concreto para su promoción.

Por otro lado, remarca que los consumidores deben solicitar información en el comercio sobre si se aceptan cambios o devoluciones y, en este sentido, recuerda que no existe la obligación por parte del vendedor de cambiar el producto si está en perfecto estado, salvo que así lo anuncie el propio vendedor.

Paralelamente, informa de que las medidas de pago habituales, entre ellas, las tarjetas de crédito, deben ser aceptadas por el comerciante, quien "no podrá cargar un porcentaje superior por su uso ni rechazar la compra por este sistema si habitualmente es utilizado en su comercio".

"Como medio de prueba de la compra, se debe exigir el ticket o factura de los productos adquiridos y se deben guardar para posibles reclamaciones", resalta, al tiempo que indica que en caso de conflicto, se recomienda acudir al Sistema Arbitral de Consumo.

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/07/baleares/1262848738.html

B1: El cliente siempre tiene razón. ¿Y tú qué opinas?


“El cinco de enero, víspera de Reyes, nuestros centros permanecerán abiertos hasta las doce de la noche” -Publicidad navideña de El Corte Inglés-

Por Isaac Rosa, Público

Acabamos de salir del mes más comercial del año, con las tiendas abiertas a cualquier hora para las compras navideñas, y ya las grandes superficies anuncian la apertura el próximo domingo. Ni un día de descanso, que vienen las rebajas y aunque estemos tiesos hay que seguir consumiendo, que no se pare la máquina.

Y claro, como el cliente manda, los vendedores le ponen todas las facilidades posibles, empezando por el horario: tiendas abiertas en domingos y festivos, y hasta la medianoche si hace falta, como la pasada noche de reyes, por si alguien no tuvo tiempo para comprar sus regalos en las semanas previas. Lo mismo pasa el resto del año, sobre todo en Madrid, donde cada vez abren más domingos, aunque nunca es suficiente a criterio de nuestros liberales gobernantes, reacios a restringir la llamada “libertad de horarios”.

Las consecuencias de ese non-stop las pagan, por supuesto, los trabajadores, obligados a trabajar festivos, alargar jornadas y rotar en horarios. Ah, pero que no pidan cuentas a sus empresas ni a los gobernantes, pues unos y otros se limitan a atender la demanda del omnipotente cliente, ese que siempre tiene la razón y al que hay que dar satisfacción, según la vieja máxima empresarial.

¿De verdad somos los clientes quienes pedimos poder comprar en domingo o de madrugada? ¿Somos nosotros los que exigimos un producto o servicio a cualquier hora del día y con entrega inmediata? Es decir, ¿somos nosotros los que apretamos a los trabajadores? ¿O más bien son las empresas las que nos usan como coartada para cada vuelta de tuerca? Pero claro, como somos al mismo tiempo trabajadores y clientes, y unas veces apretamos y otras nos aprietan, pues lo que nos echen.

Fuente: http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2010/01/07/el-cliente-siempre-tiene-razon/

B2: El mejor "canguro", según Sánchez Ferlosio


Televisión para niños

Creo que el primer servicio que la televisión para niños les prestó a los papás y mamás fue aquel número de dibujos animados -de 1963- en el que cuatro niños cantaban: "Va-mos-a-la-ca-ma...", mientras se encaminaban hacia la puerta; debía de ser un apoyo muy eficaz para que los padres mandasen a sus hijos a dormir a la hora en que lo hacían "todos los niños de España", encarnados en los protagonistas de la historieta.

Desde entonces, con las privadas, han aumentado los programas para niños, pero a la vez se ha hecho mucho más frecuente el designio de servicio a los padres, porque se ha constatado hasta qué punto la televisión es el mejor baby sitter o canguro de este mundo.

Buscando el canal idóneo sólo con los dedos, sin mirar, con una significativa espontaneidad y nerviosismo casi automáticos, los padres hacen pensar que han acabado por fijar en su mente una conexión directa, como eléctrica, entre el mando que pulsan en la televisión y el efecto instantáneo de que los niños se queden súbitamente quietos y callados. A los gestores de la programación les ha bastado ver de qué manera los niños se embelesan ante la pantalla, sin apartar ya la mirada, para darse cuenta de la facilidad de la función que los padres les asignan y, por tanto, del amplio margen que ello les ofrece para rebajar los costos de producción, y, dado que los padres, con tal de tener a los niños quietos y callados, no suelen interesarse, a menudo ni siquiera enterarse, de la calidad de los contenidos, la televisión para niños va descendiendo hacia los abismos de fealdad, de miseria y de abyección de los que no faltan precedentes.

El inmenso poder pedagógico de la televisión predomina hasta tal punto sobre cualquier otra influencia que las de los ámbitos familiar y escolar quedan totalmente anuladas o aplastadas.

La familia, por una parte, se ha dejado suplantar por el socorrido baby sitter o canguro, del que, por lo demás, sigue sirviéndose con ambigua gratitud.

En la enseñanza, el poder pedagógico de la televisión se enfrenta a la debilidad de unas instituciones ya machacadas por las ocurrencias de Gobiernos sucesivos, la más destructiva de las cuales es la que prescribe que los contenidos de enseñanza sean aproximados a la condición y a las circunstancias personales del alumno, a lo que le sea más cercano y familiar: su pueblo, su comarca, sus costumbres... ¡Muy mal! Es el sujeto el que tiene que salir al encuentro del objeto, pues sólo en la separación y en el distanciamiento respecto de lo propio se experimenta el mundo como dueño de sí mismo y el objeto del conocimiento como ajeno, desobediente, inapropiable.

Jamás debió allanarse la separación entre la casa y el colegio, pues esa distancia podría hasta valer como figura del camino de todo conocer.

Pero volviendo a la televisión, las pocas veces que hoy se oye ya decir la palabra "censura", se esgrime al instante cierta "libertad de expresión publicitaria", y aunque suene alucinante como noción jurídica, lo cierto es que si la libertad de empresa y de comercio goza de una total legitimidad, mal podría dejar de ser legítima la publicidad, que se ha erigido, por así decirlo, en "mano visible" del mercado, en instrumento esencial de la economía de crecimiento y no sé si tal vez hasta en motor de la rotación de los planetas.

El resorte principal de la publicidad es, a mi juicio, apelar a la comparación social. Ésta se mueve entre los extremos de "ser más" (en castellano antiguo se decía más claro: "valer más") y de "no ser menos" (en los más pobres barrios de chabolas, al menos en los años cincuenta y sesenta, si una familia le hacía a una niña una primera comunión "cara" -vestido blanco largo, librito anacarado, gran número de invitados, etcétera-, obligaba a los vecinos, cuando a su vez les tocaba, a gastarse lo que tenían y lo que no tenían, para "no ser menos"). Curiosamente, entre los niños la comparación social prende muy pronto.

Al menos hasta hace poco, el objeto paradigmático en el que se ejercía la comparación social entre ellos (y entre los adolescentes) eran las zapatillas de deporte, de difusión mundial (porque hoy todo se imita y se iguala en pocos días a la mayor distancia) y creo que con muchas marcas.

Aquí, mejor que "marca", es más exacto "logo" (Naomi Klein). El logo usurpa y suplanta todo valor de calidad -que es "valor de uso"- y lo trueca por el valor de graduación que en cuanto logo ocupe en el ranking o escala de apreciación de las zapatillas de deporte (que es "valor de cambio").

La comparación social no apela a ningún criterio entre cosas, sino a un criterio entre símbolos, al igual que en los matrimonios de la aristocracia, en los que no se casaban dos personas sino dos apellidos.

Sin duda, la publicidad para los niños es lo que más escandalosamente manifiesta el inmenso poder pedagógico de la televisión, porque consigue dejar una educación permanente. Se dirige a los niños a una edad tan tierna que su receptividad y ductilidad están todavía en un grado que ninguna otra influencia podría contrarrestar. Es ridícula y hasta poco decente la buena voluntad de los que proponen remedios frente a lo que en su fuero interno reconocen por fatídico: así, los que recomiendan que los padres acompañen a sus hijos ante la pantalla para incoarles "espíritu crítico", o los que predican un "consumo responsable". Pero hace ya muchos años que a estos buenos consejos "les ha madrugado", por decirlo en palabras mexicanas, la publicidad, que aún más de madrugada, respecto de la edad, empieza a seducir y acuñar a las criaturas, para que sin resistencia se sometan y queden sometidas de modo perdurable al grado de compulsión y servidumbre capaz de perpetuar la conveniente adaptación.

La publicidad tiene ya acostumbrado a todo el mundo a la congénita deslealtad que comporta el risueño y zalamero encubrimiento del equívoco de toda relación de compraventa por ella misma generada y azuzada.

Tan sólo en torno a las fechas de las fiestas de Pascua hay adultos que levantan unas orejas como las de una liebre, escandalizados y quizás hasta ofendidos por la publicidad de los juguetes dirigida a los niños, en la que la perenne deslealtad publicitaria se transfigura en insidia y felonía.

La fórmula más usada en los anuncios de juguetes creo que suele ser la de un niño que se dirige a otro niño imaginario al otro lado de la pantalla y le habla con voz de niño, metiendo ciertos giros que se pretenden infantiles -o de verdad lo son-, como "qué guay", "colega"... que no es que los haya oído -digo estos dos en concreto-, sino que los pongo como ejemplo.

El niño del anuncio tiene el juguete ahí delante, rindiéndole toda clase de alabanza; y a veces no es suyo todavía, sino que está en la tienda, como para ponerse en la misma situación que el niño espectador, porque la insidia incluye el que el fabricante y el publicitario cuenten con que los niños que han visto el ansioso deseo del niño del anuncio se lo pidan a sus padres con las más ardientes, implorantes e interminables súplicas, sin que los padres encuentren otra respuesta que "es muy caro, hijo mío, es demasiado caro, es un gasto que absolutamente no nos podemos permitir".

Lo que más me subleva de semejante mecanismo comercial es que el que trata de hacerse el simpático a través de la voz de un niño contratado por la agencia, imitando incluso clichés atribuidos al habla de los niños, ese que así trata de hacerse el simpático, repito, no es otro que un empresario, fabricante de juguetes, dispuesto a cualquier cosa para despachar su mercancía, siempre legitimado, eso sí, por la ya más arriba mencionada "libertad de expresión publicitaria".

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Television/ninos/elpepiopi/20091220elpepiopi_10/Tes?print=1