miércoles, 22 de noviembre de 2017

C1: Gráficos para textos expositivos.

C1, B2: Para escuchar. Una descripción de un cuadro.

https://www.youtube.com/watch?v=Pega1ToxL0M&list=PL68B4CEFF7F11777E

Según ese modelo, ¿puede describir este otro cuadro de Stephen Chambers?








Por Alex Vicente. El País Semanal.

Es una mancha minúscula, casi imperceptible en los mapas de navegación. El reino de Redonda se sitúa en una isla deshabitada en medio del Caribe. En 1865, fue adquirida por un mercader británico, que solicitó a la reina de Inglaterra, y consiguió, el título de rey de Redonda. Su hijo adolescente, el futuro escritor Matthew Phipps Shiel, heredó la corona, y decidió que el criterio de sucesión sería literario, no filial. Al morir, la legó al poeta John Gawsworth, un personaje que deambulaba por Todas las almas, de Javier Marías. El escritor madrileño terminó convirtiéndose en heredero de este reino sin súbditos en 1997. Y, ya coronado como Javier I de Redonda, empezó a otorgar títulos nobiliarios a escritores, artistas y cineastas, de Umberto Eco a Alice Munro y de Francis Ford Coppola a Pedro Almodóvar. El pintor Stephen Chambers (Londres, 1960) imagina qué aspecto tendría la corte de este reino surrealista, pero verídico. El resultado se expone dentro del programa de la Bienal de Venecia. Un centenar de retratos pintados sobre paneles de madera conviven con un reciente tríptico alegórico —The State of the Nation— que el artista ideó en respuesta al Brexit. No hay que ser muy agudo para saber en cuál de esas dos monarquías preferiría vivir.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

C1: Para leer y debatir. Arte. Isabel Quintanilla.



El vaso de Isabel Quintanilla, retrato de una pintora ignorada

Por Peio H. Riaño. El Español.

El vaso de Isabel Quintanilla es una obra al superviviente: Duralex. No es bonito, es irrompible. Es para toda la vida. Como su condena: amanecer para sobrevivir a la España arruinada. De ese vaso han bebido todos los nacidos en la posguerra, en los barrios obreros de la capital. En los cuadros del grupo de realistas madrileños siempre es invierno. Sorolla era luz, esplendor, alegría y verano. Esto es otra cosa. Esto es un calambre gélido, camuflado bajo el delirio del dominio técnico. El vaso de Isabel, Maribel, es el retrato de los Nadie, que nacieron para ser Nadie y Nadie murieron. Olvidados y desaparecidos, como un vaso Duralex.

Este miércoles ella murió y tuvo la mala fortuna de hacerlo al tiempo que Fats Domino. En los teléfonos móviles, la alarma hablaba del óbito del roquero norteamericano. La pintora realista volvía a perder en la carrera del reconocimiento, a pesar de sus casi sesenta años dedicada a hacer de lo pequeño e invisible el motivo de sus lienzos. Ella misma se lamentaba en este periódico, hace un año, de la poca atención que había cosechado el grupo de amantes de la austeridad realista.

No redactaron ningún manifiesto. No declararon poseer ningún código estético, ni artístico como aglutinante. Eran amigos y familia y permanecieron unidos toda la vida. Eran mucho más que un grupo artístico. Son un caso insólito en la historia del arte español, hombres y mujeres a partes iguales creando. No reivindicaban ningún programa, pero sí las escenas del paso del tiempo. Mudo y exacto. Hicieron de la lucha por la verdad de su clase, su motivo. Sus héroes eran sus casas humildes. Detallistas en lo familiar, alejados de la pompa y la política. Ni cortesanos, ni activistas.

Sin pompa, con plancha

No pintan el salón del trono, sino el cuarto de planchar. “Me dijo que le recordó al olor del cuarto de la plancha de su infancia”. Isabel recordaba así su encuentro con la reina Sofía, con el lienzo Habitación de costura (1974) delante de ambas, tal y como contó a este periodista, unos días antes de la presentación de la exposición que volvió a reunir la obra de todos los componentes en el Museo Thyssen Bornemisza. Es la pintura de los pobres para los ricos, son las visiones de la clase trabajadora. Un cuarto de planchar, la humildad de la escasez.

También es el vaso del hambre del emigrante. Isabel vivió del extranjero, del dinero alemán. Allí es donde lo vendió todo, donde fue respetada y donde se conserva la mayor parte de su obra, en colecciones que supieron mirar más allá de la firma de una mujer y del monumento a la cotidianidad. Aquí, nada. El vaso también es un artista aislado, arrinconado en un alfeizar: en el Museo Reina Sofía no hay ni rastro de ella. Ni siquiera en los almacenes. De hecho, sólo dos de sus compañeros realistas tienen obra, en el centro que se dedica a conservar y difundir el arte español desde finales del siglo XIX en adelante.

Sala 404 de la colección del Museo Reina Sofía. Dedicada al arte español que estuvo de moda en el extranjero. Hay obra de Tàpies, Canogar, Chillida, Chirino, Saura, Millares, Feito y Palazuelo. Sala 413: la han titulado “Academicismo y clasicismo en los años cincuenta”, y en ella han derivado los experimentos del grupo, junto con cuadros de Cossío. Sólo está representado Antonio López, con una escultura y un cuadro. Hay 14 obras más del pintor y escultor en los almacenes. De Julio López Hernández exponían una escultura y ahora la han hecho desaparecer.

Junto con la decisión de Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, de aniquilar al grupo en su repaso histórico del arte español, un caso muy llamativo es el ajuste de Valeriano Bozal con el mundo que encabezó “antoñito”. Dice el historiador, en su Historia de la pintura y la escultura del siglo XX en España (La balsa de la Medusa), que el mundo de Quintanilla “es más duro, más conciso”, que el de María Moreno (su íntima amiga, compañera y esposa de Antonio).

Pintora de una línea

En el ensayo de 500 páginas, Bozal, en un esfuerzo de generosidad científica indignante, dedica a la pintora una línea: “Representa paisajes interiores en los que la luz eléctrica crea contrastes fuertes, limpios, delimitando con claridad el espacio y los objetos, en ocasiones con un sentido casi geométrico”. Y nada más. Ya está. Maribel Quintanilla es un punto y seguido para la Historia del Arte. La cruel austeridad con la que retrataba su entorno sólo es comparable con el menosprecio que ha sido tratada en los manuales de arte español.

“No estamos bien representados”, explicaba a este periodista Isabel hace un año. “Es una falta de respeto. Un director te las pone y otro te las quita. Yo estoy mejor representada en Múnich, Hamburgo y Washington que en Madrid”, contaba al reconocer que fueron populares para el público y repudiados por la Academia. Isabel y sus amigos son reliquias de una memoria perdida e ignorada, que trataron de navegar en la oleada del informalismo y naufragaron. El galerista Íñigo Navarro cuenta que hasta 1996 Isabel no tuvo una exposición individual. La montó él en su espacio. “Desapareció por completo de España”. Una ausencia escandalosa.

Francesco López, hijo de Isabel y del escultor realista Francisco López, recuerda que en las últimas conversaciones con ella, se mostraba dolida por esa circunstancia. Aunque lo que más le molestaba era que consideraran al grupo como los “pintores del franquismo”. “La visión del Museo Reina Sofía es una visión personal y subjetiva de su director, pero llegará el día en que se revise su presencia y entonces ganarán más espacio. Quizá se llegue tarde a comprar obra. Soy optimista con esta gente que ha escrito una página fundamental en la Historia de la Pintura. El tiempo todo lo corrige”, apunta Navarro.

Más sincera que Antonio

¿Esa es la presencia que se merece la artista en el museo y en los libros de arte? El pintor Agustín Celis fue compañero en la escuela de Bellas Artes de San Fernando de Isabel y de María, en los años cincuenta. Recuerda que María estaba mejor dotada intelectualmente, pero Maribel era la pintora con más talento técnico. “En la escuela, Isabel ya anunciaba lo que iba a ser, porque era muy observadora. Nosotros mirábamos más hacia afuera, ella miraba más hacia adentro, a lo académico y realista. Sus cuadros no tenían ninguna problemática, eran pura observación. Ella siempre fue realista”, cuenta a este periódico.

Y apunta un dato esencial en el devenir del realismo del grupo: cuando Antonio López expone por primera vez junto con Lucio Muñoz, Julio López Hernández y su hermano Francisco, no hacía pintura realista. “Era pintura italiana realista, de influencia fascista”. De ahí, con los años, su obra derivó al realismo por el que hoy reconocemos su trabajo. Perdió el universo fantasmagórico, se apartó de la clave surrealista y se centró en la representación objetiva de la realidad.

Esto ocurre entrada la década de los sesenta, cuando Isabel y Francisco trabajaban en ello desde hacía casi quince años. De hecho, el pintor cántabro señala que la recuperación del trabajo del pintor realista Antonio López Torres, tío de Antonio, se debió al reconocimiento que le dio la pareja. ¿Es posible que las investigaciones de Isabel hicieran variar el trabajo de Antonio? “No te lo puedo asegurar, pero sí puedo decirte que Maribel es más importante que Antonio, porque es más sincera. Y Mari, también”.

Ellas peor que ellos

En este punto del relato, en el que una pintora desaparece del mapa a pesar de su trayectoria, ante el trabajo de un pintor, debemos recordar las palabras de la propia Isabel: “Para nosotras ha sido mucho más difícil que para nuestros maridos”. Esperanza Parada, una de las artistas mejor dotadas del grupo, tuvo que elegir: o trabajar o pintar. Y decidió aparcar la pintura y dedicarle su tiempo a la galería de Juana Mordó y llevar un salario a su casa, donde trabajaba su marido el escultor Julio López.

Otra de las pintoras del grupo, Amalia Avia, escribe en sus memorias: De puertas adentro (Taurus, 2004) que los hombres del grupo tenían “una seguridad excesiva en materia artística”. “Quizá eso sólo fuera con nosotras, porque se daba además la circunstancia en estas parejas, no sé si rel o condicionada, de superioridad profesional el hombre”.

Avia reconoce que entonces le faltaba oficio, pero que había otras mujeres del grupo más experimentadas, que llevaban tantos años como ellos pintando, pero “todas adoptaron la misma actitud humilde y supeditada que posponía siempre nuestras inquietudes y nuestra vocación a las suyas”. Aquellos años no eran fáciles, pero quien “en la escuela había destacado o que simplemente pintaba bien, no le era difícil sobresalir y tener un pequeño nombre”. “Otra cosa era tener dinero: eso sí que era difícil, por no decir imposible”.

Por supuesto, la cotización de Antonio López y de Isabel es incomparable. Hace dos semanas, la pintora le entregó a su galerista Íñigo Navarro la última obra que había hecho. Un pequeño bodegón de frutas sobre un bol de cristal, que cae sobre un fondo de dos colores planos. El precio es de 12.000 euros. Uno de los coleccionistas de López es el empresario trotskista Jaume Roures, que tiene en su poder El campo del Moro, valorado en más de 5 millones de euros.

Un viaje decisivo

Años más tarde, Agustín Celis volvería a coincidir con ella y su marido en Roma, donde Paco, Agustín y otros como Carmelo Bernaola o Rafael Moneo fueron becados durante cuatro años, entre 1960 y 1964. El viaje que lo cambió todo. El lugar donde terminaban todas las conversaciones y recuerdos, dice Francesco a este periódico. Francesco, no Francisco. “En Roma conocieron a Giorgio de Chirico y tuvieron una estrecha relación con el filósofo Giorgio Agamben, con el que recorrían la ciudad en su 600”, dice el hijo de la pareja.

En Roma también conocieron al dueño de la galería alemana Brockstedt, un hecho que cambia el destino de Isabel. Durante más de 30 años el marchante tuvo en exclusiva la venta de la pintora y de los dibujos de su marido. Trabajaron con él, vendió su obra y salvó su supervivencia.

Isabel y compañía han sido los fantasmas que han cruzado el siglo XX, para ser rescatados en el siglo XXI. La Historia no ha prestado atención a quienes miraban lo insignificante, lo cotidiano. Aclamados por el gusto popular, laminados por la Academia, sobrevivieron a la dictadura a pleno pulmón. Con visiones poco atractivas y al margen de la moda. “Ese discurso de clase también jugó en su contra”, explica Celis. Mientras el país trataba de salir de ese hoyo, ellos se recreaban en el agujero. El mercado pedía fiesta y no un vaso congelado. Pero el arte nunca ha sido moda, ni la independencia bien pagada.

“En España eras mujer. No eras nadie, no pintabas. La consideración como pintora la logré en Alemania. Pintora, no mujer. Les encajó muy bien el realismo, les gustaba”, recordaba Isabel a este periódico. Su marido lo resumía en un lacónico y certero: “Trabajamos lentamente, no existimos mucho”.

Vaso medio vacío

Paco murió el pasado 9 de enero y ella no pudo remontar. Durante más de cinco décadas trabajaron en el mismo estudio. Isabel en el piso de arriba y Paco, abajo. “A mí tu padre nunca me cogió un pincel”, le contaba a Francesco para recordar el respeto que él tenía por la obra de ella. Había una frontera invisible entre ambos, las escaleras que comunicaban ambos espacios. El de Isabel era como un santuario, el de Francisco como el de un albañil. Es un recuerdo de su hijo.

El vaso siempre estuvo medio lleno. Hasta que murió Paco. Isabel nunca volvió a entrar en aquel espacio compartido. Se retiró a vivir y pintar a una pequeña casa de campo en las afueras de Madrid. Con la muerte de Maribel cae una pieza fundamental de un grupo tan familiar que hubo que demostrar su existencia como tal. Un grupo que regeneró la tradición española, que es la tradición de lo sencillo. El aliento de Velázquez. Todos nacieron pobres.



https://www.elespanol.com/cultura/arte/20171027/257475162_0.html

C1: Para escuchar. ¿Argentinos o uruguayos?

martes, 7 de noviembre de 2017

B2: Una noticia.

La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela ha dado luz verde al (1) del opositor y primer vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara. La cámara, dominada por el oficialismo, ha (2) la decisión de retirarle la inmunidad en un votación a mano (3) , calificada de “histórica” por su presidenta Delcy Rodríguez.
Guevara, (4) de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, (5) refugiado desde el pasado sábado en la (6) chilena en Caracas. Pidió protección en la legación (7) considerar que su seguridad estaba (8) . El Gobierno de Chile asegura que está dispuesto a concederle el asilo político si así lo (9).
El Tribunal Supremo de Venezuela pidió que se (10) la inmunidad a Guevara para poder (11) por “asociación, instigación pública continuada y uso de adolescentes para delinquir”, presuntos delitos (12) con la participación del diputado en las protestas antigubernamentales de este año en el país, en las que (13) al menos 120 personas.
http://es.euronews.com/2017/11/07/venezuela-retira-la-inmunidad-al-opositor-freddy-guevara

lunes, 6 de noviembre de 2017

C1, B2: Para leer. Reportaje sobre el Ártico.



El Ártico será ruso ¿o no será?


Texto de Joaquín Luna 05/11/2017 Magazine

Algo se mueve en el Ártico, el último continente con fronteras por delimitar. Y no son sólo las embarcaciones que aprovechan el deshielo, que tanto inquieta a la comunidad científica pero abre rutas comerciales muy rentables. Lenta pero decididamente, Rusia ha convertido su hegemonía del Ártico en uno de sus ejes menos ruidosos pero más firmes en el anhelo por recuperar el estatus de superpotencia, el mismo que le ha llevado, por ejemplo y con éxito, por cierto, a sostener al régimen de Damasco o a flirtear con su poder informático oculto para influir o enturbiar las elecciones presidenciales de Estados Unidos o Francia. Desde hace años, Moscú lanza mensajes y hace gestos discretos y sin relación aparente cuya suma, sin embargo, confirma la determinación del presidente Vladímir Putin por controlar todo lo que afecta al Ártico. Y nada se mueve ya sin el visto bueno de la diplomacia rusa. ¿De qué gestos hablamos? El pasado invierno, por ejemplo, la nada despreciable cifra de 2.000 refugiados de Siria y Asia Central ganaron el territorio de Laponia ante el estupor finlandés, procedentes, claro está, de Rusia. El mensaje fue captado rápidamente, y Helsinki se apresuró a firmar un acuerdo con Moscú para cerrar una vía ­insospechada y que nunca adquirió la relevancia de la ruta de los Balcanes o la del Mediterráneo. “Todo sugiere que se trata de una inmigración ilegal organizada” para desestabilizar el país, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores finlandés. Similar sorpresa causó en la región ártica la aparición de una bandera rusa, hecha de titanio, en el fondo del mar en el verano del 2007, no sólo por su intencionalidad –que fue mucha– sino por la complejidad de la operación. La enseña, de un metro, fue clavada a 4.300 metros de profundidad por dos minisubmarinos tripulados, el Mir-1 y el Mir-2. “El Ártico es y siempre ha sido ruso”, concluyó Artur Chilingárov, un veterano explorador del polo Norte y jefe de la misión militar-científica, que fue interpretada por la televisión pública rusa como un paso para reclamar nada menos que 460.000 millas cuadradas de territorio submarino.

La hazaña no pareció impresionar a algunos de los estados árticos, aunque su reacción fue inmediata. “No estamos en el siglo XV. Uno ya no puede ir por el mundo plantando banderas y diciendo: ‘Tomo posesión de este territorio’. Básicamente es un show de Rusia”, comentó el ministro canadiense de Asuntos Exteriores. También Estados Unidos tiene su bandera plantada en la Luna, y sin embargo…

El Ártico no es un santuario protegido, como la Antártida, reservada a expediciones científicas, y sufre un calentamiento térmico que duplica el de la media planetaria. Tiene todos los ingredientes para que haya peleas entre los vecinos. Interés despierta. El primer y más publicitado atractivo radica en sus riquezas energéticas. Según el Instituto Geológico de Estados Unidos, la región ártica atesora una octava parte de las reservas mundiales de petróleo y una cuarta parte de las de gas. Y se ha convertido en más accesible por culpa de la disminución de su masa glaciar, que ha perdido un 40% de su superficie desde los años setenta, un desastre ecológico cuyas ramificaciones no escapan ya a nadie. El escenario perfecto para atizar el interés de muchos estados.

De momento, la comunidad internacional ha reaccionado de forma muy diplomática, aunque haya episodios que resucitan la atmósfera de la guerra fría. El Consejo Ártico es el organismo intergubernamental integrado por los ocho estados con zonas de soberanía situadas más allá del círculo polar Ártico: Canadá, Dinamarca (por su soberanía sobre Groenlandia y las islas Feroe), Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Rusia y Estados Unidos. El Consejo Ártico se estableció como un foro de alto nivel para promover un medio de cooperación entre los estados árticos, incluyendo las comunidades indígenas y otros organismos interesados en la protección del medio ambiente, y su secretariado perma­nente está en la ciudad noruega de Tromso, la más importante del norte de ese país.

“Aquí trabajamos 14 personas. No tenemos postura ni podemos hacer comentarios sobre su pregunta con relación a la influencia de Rusia”, señala una fuente del secretariado. Si se tratase de otro de esos organismos vinculados a las Naciones Unidas sin atractivo a corto plazo, el Consejo Ártico no recibiría tantas peticiones de ingreso o vinculación ni estas serían filtradas de forma tan rigurosa. Así, la lista de “observadores” incluye trece estados –siete europeos, entre ellos España, admitida en el 2006– entre los que no pueden faltar la República Popular China o India. Esta condición es cada vez más restrictiva, y en el 2015 fueron denegadas todas las peticiones, incluyendo la de la Unión Europea.

Pese a este colchón internacional, Rusia ha expresado sus intenciones con hechos: despliegue militar y dominio de hecho de las rutas de navegación que el deshielo abre cada verano. “Como el mayor Estado ártico, Rusia…” es una frase que no falla en todas las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Moscú no quiere desaprovechar esa realidad geográfica y humana –de los cuatro millones de habitantes en el círculo Ártico, la mitad son rusos–. Desde el 2014 y por primera vez tras el final de la Segunda Guerra Mundial, la Marina y el ejército rusos desarrollan ejercicios militares de forma regular en el Ártico.

He aquí la fuerza de Rusia, lo que le otorga superioridad sobre los otros siete estados árticos. A partir de este hecho, Moscú da la bienvenida en todos los foros al diálogo sobre medio ambiente, al debate sobre los recursos por explotar o las rutas comerciales por abrir. Pero nada puede ser de igual a igual sino desde la aceptación del poder de Rusia. En la última reunión de los cancilleres de los ocho estados miembros del Consejo Ártico, celebrada en Fairbanks, Alaska, Serguéi Lavrov respondió sobre la dualidad mostrada por el presidente Putin –cooperación sobre el papel, despliegue militar sobre el terreno–. Lavrov fue explícito: “Cuando trabajamos con alguien que viene aquí, nosotros somos los responsables de su seguridad. Es lógico, creo”. Rusia contará con más de 100 instalaciones militares en el Ártico durante el 2017, según el Ministerio de Defensa ruso.

El interés súbito por el Ártico se origina en la hipótesis de que el deshielo progresivo hará más fácil el acceso a los tesoros energéticos ya citados. Este octubre, el precio del barril de Brent, el de referencia, rondaba los 58 dólares, por encima por tanto de los 45 que es el precio mínimo para que los costes de explotación de las compañías que ya operan en el Ártico obtengan algún beneficio. La producción rusa sube año tras año. Gazprom Neft, el gigante energético ruso, anunció el pasado enero la apertura de cuatro nuevos yacimientos en el llamado mar de Pechora, anticipo del plan para abrir un total de 28 en los próximos años.

¿Y Estados Unidos? ¿Por qué es invisible en esta pugna no declarada por el Ártico? La Administración de Barack Obama trató de mantener criterios “medioambientales” a la hora de autorizar nuevas prospecciones en Alaska, concedidas con cuentagotas. Y las pocas autorizadas fueron objeto de contestación por las organizaciones ecologistas, uno de los bancos electorales de Obama. Fue la propia naturaleza la que salvó al presidente de un dilema mayor: varias prospecciones en Alaska resultaron fallidas por razones de rentabilidad. La organización Carbon Tracker, partidaria de reducir la dependencia del carbón, considera que el crudo del Ártico necesita “precios mucho más altos”. En Estados Unidos, a diferencia de Rusia, los impuestos ecológicos tienen un peso a la hora de calcular la rentabilidad. La política de Estados Unidos cambió radicalmente con la victoria electoral de Donald Trump, absolutamente partidario de excluir los factores ecológicos en cuestión de abastecimiento energético y de garantizar una energía barata a la economía estadounidense (la norma más que la excepción, como demuestra la inquebrantable alianza con Arabia Saudí). El núcleo de su programa energético –el llamado America First Energy Plan– tiene dos criterios prioritarios: alcanzar la “supremacía energética” de Estados Unidos y la “independencia total” de la OPEP. Trump ha prometido eliminar todos los obstáculos para la exploración de hidrocarburos y situó al frente de la Secretaría de Estado a Rex Tillerson, el hombre de la petrolera ExxonMobile, que tanto había lamentado la política de sanciones a Rusia, una de cuyas consecuencias fue la paralización de los proyectos energéticos en el Ártico ruso.

El conflicto de intereses planeó sobre el proceso de confirmación de Tillerson, factótum del acuerdo suscrito en el 2011 entre Exxon y la petrolera rusa Rosneft, pero su confirmación no ha variado el mantenimiento de las sanciones que pesaban sobre Rusia. Los claroscuros de la injerencia rusa en la campaña electoral y la sospecha de vínculos económicos entre el equipo de Trump y Rusia indujeron a la prudencia del presidente Trump. ¿Cuánto tiempo durarán las limitaciones e, indirectamente, el vacío estadounidense en el Ártico?

El levantamiento de sanciones a Moscú está condicionado a otros asuntos globales: la pacificación de Siria, la evolución de Ucrania y el grado de tensión en la región de Asia-Pacífico. De lo que nadie tiene duda es de que antes de que termine su mandato, Donald Trump concederá luz verde a las petroleras de su país para que puedan competir en la región ártica. Todo es cuestión de tiempo.

El Ártico ya no es terra incognita. Al contrario, es un espacio interesante en el que todo el mundo trata de tener un pie. Los argumentos medioambientales y científicos son reales, como lo es la constatación de que sólo son defendibles gracias a instalaciones militares, terreno en el que Rusia tiene todas las ventajas. Así, en el 2015, Dinamarca presentó su reclamación sobre los fondos marinos del Ártico pese a su reducida capacidad militar. “El objetivo es, simplemente, situar a Dinamarca en la mejor posición posible antes de comenzar a negociar fronteras con los rusos”, indicó Martin Breum, periodista danés y autor del libro Cuando el hielo desaparece.

El Gobierno danés está convencido de que será en la mesa de negociación donde se dirimirán las reclamaciones, de ahí su exigencia. “Todos los actores están interesados en resolver las aspiraciones territoriales de forma pacífica porque eso les permitirá extraer los recursos en paz y sin interferencias. De lo contrario, dejarían de ser rentables”, indicó al diario La Vanguardia el politólogo Jon Rahbek-Clemmensen, de la Universidad del Sur de Dinamarca. Sólo Rusia tiene todas las cartas para ser decisiva en el futuro del Ártico: la territorialidad, la geografía, una flota científica y la capacidad militar y los deseos de hacerla valer de forma preventiva. La flota de rompehielos rusos –seis de ellos nucleares, la mayor del mundo– y sus petroleros dominan la ruta de navegación creada a raíz del deshielo del Ártico.

Este verano, el buque Christophe de Margerie, un metanero de trescientos metros de eslora fletado por la compañía francesa Total pero operado por el grupo marítimo ruso Sovcomflot, navegó sin necesidad de buques auxiliares la ruta ártica entre Extremo Oriente y Europa con un ahorro de 15 días respecto a la ruta clásica que atraviesa el canal de Suez. Transportaba gas para Total, pero también para dos compañías chinas y una rusa. Hay quince puertos o bases militares en Rusia a lo largo del trayecto, la mayoría en Siberia, lo que proyecta una ruta marítima estacional llamada a crecer en volumen durante los próximos años.La dominación efectiva del Ártico durante la guerra fría y el sentimiento imperial de Moscú, la capital del último imperio geográfico que va de los Urales al Pacífico, han sido un motivo de orgullo para la psique rusa, y eso lo sabe y lo aprovecha el Kremlin. El restablecimiento en curso de Rusia como potencia exige mantener una hegemonía en el Ártico que forma parte del orgullo colectivo. Nadie podrá negociar nuevas fronteras o una distribución de las energías por explotar como si el Ártico fuese una tierra virgen. Es de todos los vecinos, pero especialmente de uno: la Federación Rusa.


http://www.magazinedigital.com/historias/reportajes/artico-sera-ruso-o-no-sera

jueves, 2 de noviembre de 2017

B2, C1: Noticias.

Halloween mortal en Nueva York.
Un (1) “terrorista” dejó el martes 8 muertos y una decena de (2) a orillas del río Hudson, en un carril para biciletas en la intersección de las calles West y Chambers en el Bajo Manhattan.
Una camioneta blanca alquilada se (4) contra los viandantes de manera indiscriminada. Después, el conductor (4) del vehículo fingiendo tener un arma y dando (5) en árabe. La policía lo neutralizó de varios (6) no mortales y lo capturó con vida. Las autoridades no confirman la identidad del atacante, (7) la prensa estadounidense habla de un ciudadano uzbeko de (8) años que emigró a Estados Unidos en 2010.
Donald Trump ha anunciado en un tuit que (9) a los organismos de seguridad (10) los protocolos de verificación para entrar en Estados Unidos para evitar que miembros del Dáesh se infiltren “después de (11) en oriente Medio”, ha dicho.
El alcalde de Nueva York habla de “ataque (12)” “Se trata de un atentado terrorista y cobarde, (13) objetivo eran personas inocentes, gente que no podía imaginar lo que les (14) a ocurrir”
El terrorismo (15) a golpear Nueva York, a escasamente dos manzanas de donde se levantaban las Torres (16). A estas horas, los investigadores no ven indicios de que el atacante (17) cómplices o (18) parte de un comando.

http://es.euronews.com/2017/11/01/la-policia-de-nueva-york-investiga-un-supuesto-tiroteo-en-manhattan-hay-un