viernes, 11 de enero de 2013

A: Para escuchar. Chavela Vargas y Pedro Infante



Ojalá que te vaya bonito,


ojalá que se acaben tus penas;

que te digan que yo ya no existo,

que conozcas personas mas buenas;

que te den lo que no pude darte,

aunque yo te haya dado de todo,

nunca más volvere a molestarte;

te adoré, te perdí, ya ni modo.



Cuántas cosas quedaron prendidas

hasta dentro del fondo de mi alma,

cuántas luces dejaste encendidas

yo no sé como voy a apagarlas.



Ojalá que mi amor no te duela

y te olvides de mí para siempre,

que se llenen de sangre tus venas

y que la vida te vista de suerte;

yo no sé si tu ausencia me mate,

aunque tengo mi pecho de acero;

pero nadie me diga cobarde,

sin saber hasta dónde te quiero.



Cuántas cosas quedaron prendidas

hasta dentro del fondo de mi alma,

cuántas luces dejaste encendidas

yo no sé como voy a apagarlas.



Ojalá, y que te vaya muy bonito...


Aquí va Pedro Infante.



Me cansé de rogarle


Me cansé de rogarle,

me cansé de decirle

que yo sin ella

de pena muero.

Ya no quiso escucharme

si sus labios se abrieron

fue pa' decirme

ya no te quiero.



Yo sentí que mi vida

se perdía en un abismo

profundo y negro

como mi suerte.



Quise hallar el olvido

al estilo Jalisco

pero aquellos mariachis

y aquel tequila

me hicieron llorar.



Me cansé de rogarle,

con el llanto en los ojos

alcé mi copa

y brindé por ella.



No podía despreciarme,

era el último brindis

de un bohemio

con una reina.



Los mariachis callaron

de mi mano sin fuerza

cayó mi copa

sin darme cuenta.



Ella quiso quedarse

cuando vio mi tristeza

pero ya estaba escrito

que aquella noche

perdiera su amor.