Ojalá que te vaya bonito,
ojalá que se acaben tus penas;
que te digan que yo ya no existo,
que conozcas personas mas buenas;
que te den lo que no pude darte,
aunque yo te haya dado de todo,
nunca más volvere a molestarte;
te adoré, te perdí, ya ni modo.
Cuántas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma,
cuántas luces dejaste encendidas
yo no sé como voy a apagarlas.
Ojalá que mi amor no te duela
y te olvides de mí para siempre,
que se llenen de sangre tus venas
y que la vida te vista de suerte;
yo no sé si tu ausencia me mate,
aunque tengo mi pecho de acero;
pero nadie me diga cobarde,
sin saber hasta dónde te quiero.
Cuántas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma,
cuántas luces dejaste encendidas
yo no sé como voy a apagarlas.
Ojalá, y que te vaya muy bonito...
Aquí va Pedro Infante.
Me cansé de rogarle
Me cansé de rogarle,
me cansé de decirle
que yo sin ella
de pena muero.
Ya no quiso escucharme
si sus labios se abrieron
fue pa' decirme
ya no te quiero.
Yo sentí que mi vida
se perdía en un abismo
profundo y negro
como mi suerte.
Quise hallar el olvido
al estilo Jalisco
pero aquellos mariachis
y aquel tequila
me hicieron llorar.
Me cansé de rogarle,
con el llanto en los ojos
alcé mi copa
y brindé por ella.
No podía despreciarme,
era el último brindis
de un bohemio
con una reina.
Los mariachis callaron
de mi mano sin fuerza
cayó mi copa
sin darme cuenta.
Ella quiso quedarse
cuando vio mi tristeza
pero ya estaba escrito
que aquella noche
perdiera su amor.