martes, 24 de abril de 2012

A, B2: Futuro. Entrevista con Omrael Norbert Muigg, sacerdote maya:

Sacerdote maya?
Fui investido como tal por ancianos sabios mayas, después de varios años de enseñanzas y algunas ceremonias rituales.

¿Qué hay de su calendario?
Los antiguos mayas eran minuciosos observadores de los astros, expertos en la medición del tiempo, y sus cálculos dicen que en el año 2012 concluye "la cuenta larga".

¿Qué cuenta es esa que concluye?
El 21 de diciembre del 2012 concluye un ciclo de 5.200 años, y comienza otro.

¿No es el fin del mundo?
Es el final de un ciclo. El final de un mundo: ¡los mayas ya anticiparon que quebraría justamente por la estructura económica!

Ah. ¿Y qué vendrá luego?
Un ciclo del corazón: nos sentiremos compelidos a unirnos, a caminar juntos, será un renacimiento de la humanidad.

¿No habrá cataclismos?
Quizá se incremente la actividad del fuego y del agua: algún volcán, algún maremoto...

¿Cómo lo sabe?
Porque el calendario alude al "sol cósmico": es el corazón de la galaxia, y su actividad afectará a los elementos fuego y agua.

¿Quiere alarmarme?
¡No! No moriremos por eso.

¿Qué hará usted el 21 de diciembre?
Estaré en mi centro maya en Guatemala, ante el lago Atitlán, celebrando el renacimiento de la humanidad. Con alegría: oficiaré una ceremonia en la que beberemos una copita de buen vino tinto español.

¿Qué notaré a partir de ese día?
Una aceleración de las cosas: de ahí la actual convulsión, que parirá algo luminoso.

¿Qué aconseja a mis lectores?
Reconectad con la naturaleza. En Barcelona lo tenéis fácil: acercaos a la orillita del mar.

¿Y qué ganaremos con eso?
La Tierra tiene ahora fiebre alta: honrar al agua ayuda. ¡En mis reuniones hay siempre una gran copa con agua! Y una candela.

¿Para qué la candela?
Para honrar y pacificar al fuego.

¿Cómo un europeo como usted llegó a convertirse en sacerdote maya?
Nací en el Tirol austriaco. Tuve vocación de sacerdote católico, que no seguí por disconformidad con el celibato. Me dediqué a la enseñanza, como profesor de niños...

¿Le gustaba?
Mucho. Con 40 años me ofrecieron un puesto de profesor en una escuela de Guatemala... y acepté. Sin saber una palabra de español, me instalé con mi familia en Guatemala... y allí conocí a los mayas.

¿Por qué decidió irse, dejarlo todo?
Sentí la necesidad de un cambio vital.

¿Cómo fue su llegada a Guatemala?
Nos dijeron que era tan peligroso vivir allí, que no salíamos de casa, en una urbanización amurallada. Pero vencimos el miedo.

¿Cómo?
Harto de vivir con miedo, me fui a comprar a un mercado "peligrosísimo". ¡Y no pasó nada! A partir de entonces, abandonamos el enclaustramiento: se nos abrió el corazón del espíritu, conectamos con el pueblo.

¿Qué primera impresión le causaron los mayas?
Cuando conocí a Alejandro Cirilo Pérez, presidente del Consejo de Ancianos de las Américas, anciano chamán maya, me dijo: "Te conozco, ¡ya era hora de que volvieras!".

¿Se conocían?
No de esta vida... "Regresas a tus raíces, nos conocemos de otras vidas", me confió, y me aclaró que yo fui maya en el pasado...

Y a usted eso le gustó...
Me conmocionó, me afectó, sentí que de algún modo era así, era cierto.

¿Hay muchos mayas en Guatemala?
Viven siete millones de personas descendientes directos de los antiguos mayas, y conservan su cultura, costumbres y lengua.

¿Se sigue hablando la lengua maya?
Son 23 etnias mayas, con lenguajes diferentes. Y en alguna zona ni se habla español.

¿Impartió clases a niños allí?
Trabajar con niños es lo más lindo. La profecía maya principal dice que los niños expresarán los cambios, y es así: ¡hay hoy más niños especiales que nunca! Niños con dones especiales, que ven lo invisible...

¿Tiene usted algún don?
Mis maestros mayas aseguran que soy un "ser-puente", llamado a unir conciencias, culturas, personas. Y a eso me dedico: divulgo la cultura maya por el mundo.

¿Cuál es el origen de esa cultura?
Son miles de años de enseñanzas acumuladas, desde la noche de los tiempos.

¿En qué lugar podemos percibir mejor la cultura maya hoy en día?
En Tikal, en la actual Guatemala: templos, pirámides... ¡Vivieron 300.000 personas!

¿Y por qué desaparecieron?
Porque algunos poderosos usaron mal sus conexiones espirituales, lo que propició su autodestrucción.

Los arqueólogos hablan de que hubo un cambio climático, unas sequías...
Es que, claro, los desvaríos de la conciencia tienen su correlato en los elementos.

¿Y me dice que a partir del 2012 todo mejorará?
Sobrevendrá la armonía global, ¡el paraíso en este mundo! Será en algún momento de los próximos 5.200 años.

¡5.200 años! ¿Y no podría ser el año que viene, por favor?
No lo descartemos, claro. A veces me parece que el cambio será de un día para otro... ¡Yo estoy muy ilusionado!
Fuente: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120420/54284644436/omrael-norbert-muigg-en-el-2012-comenzara-un-ciclo-de-armonia-de-5200-anos.html