martes, 17 de enero de 2012

B2: Noticias. Costa de la Concordia. Oraciones temporales.


Dos cosas:
1. Sustituid los números por conectores temporales.
2. Prestad atención a las palabras subrayadas en negrita. ¿Para qué sirven? ¿Se te ocurren expresiones equivalentes?
3. Léxico: reunid términos del campo léxico de los accidentes.

Por Eusebio Val. La Vanguardia.

Como una ballena en agonía. El 'Costa Concordia', con el vientre reventado, yacía ayer recostado e inmóvil, mientras los equipos de rescate trabajaban contrarreloj para hallar supervivientes. Un juguete mastodóntico, destrozado por lo que, (1) pasan las horas, aparece como una incomprensible cadena de errores humanos y negligencias, incluida la irresponsabilidad criminal del capitán de la nave.
Causa impresión llegar en ferry, (2) un trayecto de una hora, al pequeño puerto del Giglio. Se pasa a pocos metros de la proa del crucero encallado, ese coloso de acero, vencido por una roca milenaria. La sofisticación tecnológica del siglo XXI, rendida ante la geología.
La actividad de socorristas, bomberos, helicópteros y buzos no se ha detenido (3) se produjo el siniestro, en la noche del pasado viernes. Por dos veces se obró ayer el milagro. Primero una pareja surcoreana de recién casados que había quedado atrapada en su camarote; luego, un miembro de la tripulación, herido pero vivo. Horas después, el reverso de la medalla. Fueron hallados, en una zona anegada del buque, los cadáveres de dos ancianos, un italiano y el español Guillermo Gual, originario de Mallorca y que sufría una discapacidad cerebral (otros seis miembros de su familia y dos amigos se salvaron). Las víctimas tenían puestos los chalecos salvavidas pero no fueron capaces de ponerse a salvo por sí mismos. Con ellos, son ya cinco los fallecidos confirmados, a la hora de redactar esta información, mientras el último número oficial de desaparecidos se elevaba a 17.
Lo que se está filtrando de las investigaciones indica que los errores se sucedieron. El crucero pasó demasiado cerca de la costa, a unos 150 metros. Parece que la razón era cumplir el rito del saludo, una maniobra de aproximación al puerto para hacer sonar la sirena, un divertimento para los pasajeros que se tornó en capricho fatal. Luego hubo una demora de una hora entre el momento del impacto con el escollo y el aviso de socorro. Diversas fuentes coinciden en que fueron los pasajeros los que se adelantaron a avisar a tierra de la emergencia, pues la tripulación sostuvo durante un tiempo que se trataba sólo de un problema eléctrico. Por último, se acumularon las informaciones de que el capitán, Francesco Schettino, abandonó la nave mucho (4) lo hiciera el último pasajero rescatado en la madrugada del sábado. Eso supuso la violación de una de las leyes del mar. Más aún, varios testigos afirman que, en varias ocasiones, el equipo de rescate de la Guardia Costera instó a Schettino a volver al barco para coordinar el salvamento, pero no lo hizo.
El capitán y un oficial están detenidos en Grosseto, por la gravedad de los delitos presuntamente cometidos –entre ellos el de homicidio culposo–, el peligro de fuga y de destrucción de pruebas sobre las causas del desastre. Los investigadores pueden contar con la caja negra del barco, en el que están registrados muchos datos sobre la ruta y las maniobras realizadas. También van a usarse registros sobre la posición del barco a través de satélite.
El contrapunto al capitán fue el jefe de los comisarios de a bordo, el italiano Manrico Giampedroni, de 57 años, uno de los rescatados ayer, que fue izado en helicóptero, atado a una camilla. Giampedroni tiene una pierna fracturada pero su vida no corre peligro. Cuando llegó al hospital, declaró haber pasado 36 horas de pesadilla, pero nunca perdió la esperanza de que lo salvaran. Había quedado atrapado en una zona de difícil acceso. Otros supervivientes lo recuerdan como quien ayudó a mucha gente a saltar a los botes salvavidas. Después, volvió a hacer una ronda por el barco, pero resbaló, se rompió la pierna y quedó bloqueado en el restaurante del tercer puente.
Para los supersticiosos, el naufragio del 'Costa Concordia' presenta elementos que pueden confirmar sus temores. El accidente se produjo en un viernes 13, día fatídico según la tradición anglosajona. Otro factor que se ha recordado estos días ha sido el de la botadura de la nave. Este gigante que desplazaba 114.500 toneladas inició su singladura en los muelles de Génova, el 2 de septiembre del 2005. En el tradicional rito de estrellar una botella de champán contra el flanco del barco, el recipiente no se rompió. Un miembro de la tripulación recuperó la botella y la rompió a mano. Para algunos, estuvo claro que la nave nacía con mal augurio.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/sucesos/20120116/54244465467/cadena-negligencias-emergen-accidente-crucero.html