martes, 20 de octubre de 2009

B2: Colón era catalán. Punto final.


La política, contra Cristóbal Colón

Por Quim Monzó

Desde hace décadas, muchos investigadores explican que hay pruebas claras de que Colón fue o bien catalán o bien balear. Pero siempre que un libro señala –por ejemplo– las catalanadas que Colón escribía en español –"todo de un golpe" (de tot d'un cop) o "a todo arreo" (de a tot arreu)...–, o remarcan que para bautizar lugares usaba topónimos catalanes, salen siempre los abanderados de la tesis del Colón genovés diciendo que vaya delirio catalino. Sintomáticamente los más obstinados defensores de la genovesidad de Colón, aparte de los italianos, habitan en España y son personas a las que el patriotismo español les supura por los poros. Entonces, si son así –si se entusiasman con el 12 de Octubre y con Pau Gasol españoleando en la NBA–, ¿por qué esa obsesión en negar lo que cada vez salta más a la vista, pudiendo como podrían presumir de un Colón español?

Hasta ahora, a excepción del historiador peruano Luis Ulloa, los defensores del Colón catalanohablante eran catalanes, y eso permitía, a los que no están dispuestos a aceptarlo, aludir inmediatamente al nacionalismo cerril y a los paletos aldeanos, aderezos con los que aliñan cualquier ensalada. Pero ahora resulta que el nuevo estudio que, una vez más, explica que el navegante tenía el catalán como lengua materna es de una lingüista de la Universidad de Georgetown, esa donde Aznar va a veces a dar sus conferencias. Caray, ¿hasta los americanos se apuntan también a esa tesis?

Está claro que en esta ocasión no pueden sacar lo del nacionalismo y los aldeanos. La lingüista se llama Estelle Irizarry, es estadounidense, profesora emérita de Literaturas Hispánicas en la universidad antes citada y miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, y su relación con Catalunya parece ser nula. Su tesis sobre la lengua de Colón aparece en el libro El ADN de los escritos de Cristóbal Colón, donde, a partir del análisis de lo que el navegante escribió de su puño y letra, concluye que su vocabulario y su sintaxis –y su uso de la vírgula– corresponden a un catalanohablante. De paso, por esa vírgula, deja claro que el testamento de Colón de 1498 –único documento en el que supuestamente reconoce ser genovés– no fue escrito por él. Es algo que se había dicho ya muchas veces. Se falsificó, décadas después de su muerte, en beneficio de sus descendientes y del Banco San Giorgio de Génova. Hace unos años, el Centre d'Estudis Colombins de Barcelona insistió en esa evidencia, aunque los medios de comunicación no le hicieron demasiado caso, claro está.

¿Es una gran victoria que finalmente se demuestre que Colón fue catalán? Francamente, a mí, que Colón naciese aquí o allá me importa poco, pero me permite ver, una vez más, cómo el nacionalismo cerril y los paletos aldeanos son el pan de cada día en esa España que tanto y tanto nos quiere.

Fuente: http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20091017/53805539080/la-politica-contra-cristobal-colon-colon-cristobal-colon-universidad-georgetown-luis-ulloa-pau-gasol.html