La ruta de
la seda helada
Por Enric Juliana. La Vanguardia 17/9/24
El Ártico se calienta y China no quiere depender del mar
Rojo. Por primera vez en la historia de la navegación comercial, dos cargueros
de gran tonelaje se han cruzado en el océano glacial Ártico. (1) el pasado 11
de septiembre. El encuentro visual entre los dos navíos, propiedad de navieras
chinas, (2) cerca del archipiélago de Novaya Zemlya (Rusia), a unas 750 millas
náuticas del Polo Norte. El Flyng Fish1, un gran carguero Panamax (navíos
que se ajustan a las medidas máximas permitidas en el canal de Panamá), con
cinco mil contenedores a bordo, había (3) de San Petersburgo y se (4) al puerto
de Qingdao, en el norte de China. El NewNew Star, con tres mil contenedores,
navegaba (5) San Petersburgo (6) el puerto chino de Nansha, en la provincia de
Cantón. Con ustedes, la ruta ártica del noreste.
Estamos hablando de la cada vez más (7) cooperación entre
la Federación Rusa y la República Popular China. El viaje de (8) dos cargueros
chinos (9) directamente relacionado con la ralentización de la ruta de Suez por
las acciones de guerra de las milicias hutíes en
el estrecho de Bab el Mandeb. Estamos hablando del masivo desvío del
tráfico naval de contenedores por
el cabo de Buena Esperanza, la vieja ruta de los navegantes
portugueses que circunnavegaron África en busca de las Indias. Los buques
chinos no (10) ser atacados en Bab-el-Mandeb, pero Pekín sueña con rutas más
cortas y más baratas para llegar a Occidente. Ahora ya sabemos de qué
hablan Vladímir Putin y Xi Jinping en sus (11) encuentros. Hablan,
además de la guerra de Ucrania y otros temas, de la apertura de la ruta comercial del Ártico a medida que (12) el cambio climático. Un
carguero que ( 13) navegar del puerto de Shangái al de Rotterdam tendrá que
atravesar unas 10.500 millas náuticas si transita por el canal de Suez; si opta
por la ruta del noreste surcará unas 8.500 millas.
No es la primera vez, sin embargo, que barcos mercantes
surcan las aguas del Ártico en la temporada cálida para (14) distancias. El
primero en hacerlo fue un buque ruso. Hace siete años, el 16 de agosto de 2017,
el buque metanero Christophe de Margerie, de la naviera rusa Sovcomflot,
completó un viaje entre Noruega y Corea del Sur navegando a lo largo de la
costa norte de Rusia. Era la primera vez que un buque de estas características
cruzaba esas aguas sin la ayuda de navíos rompehielos, y lo (15) en un tiempo
récord: 19 días, un 30% más rápido que si ( 16) la ruta habitual por el canal
de Suez.
¿(17) ser la ruta
del Ártico una alternativa al canal de Suez y al largo viaje por el cabo de
Buena Esperanza? Jordi Torrent, jefe de
estrategia del Port de Barcelona, autor de un reciente libro sobre los
percances de la globalización (La
globalització a la deriva, Edicions 62), cree que será una
alternativa indiscutible (18) de unos quince o veinte años, si se (19) los
pronósticos de la comunidad científica sobre el cambio climático. Los expertos
consideran que el Ártico se consolidará a partir del 2030 como un mar navegable
entre julio y octubre, y que a partir de 2040 se podrá navegar durante unos
seis meses al año. La carrera ya ha comenzado. “Hace dos años nadie en el
sector portuario imaginaba que tan pronto veríamos un gran carguero con 5.000
contenedores navegando por el Ártico. Esa ruta irá (20) peso, porque es del
máximo interés estratégico para Rusia, y China ha llegado a la conclusión de
que le conviene explorar esa alternativa (21) la crisis del mar Rojo”, sostiene
Torrent.
La apertura de la ruta que une el Atlántico y el Pacífico
recorriendo la costa septentrional de Rusia es una de las prioridades de Putin
desde su (22) al Kremlin. Los oficiales del KGB estudiaban geografía. Para llegar
a los puertos chinos por el Ártico, o efectuar el (23) inverso desde Oriente
hacia Europa, hay que cruzar el estrecho de Bering, canal de 85 kilómetros de
anchura que separa el distrito ruso de Chukotka de las costas de Alaska,
territorio de Estados Unidos. Es un estrecho helado durante buena parte del
año. Bering volverá pronto al mapa de las grandes tensiones geopolíticas. (La
revista Vanguardia Dossier dedicó
en 2021 un monográfico
a la lucha geopolítica por el control del Ártico).
Alaska perteneció a Rusia hasta que el zar Alejandro II la vendió a Estados Unidos en
1867, en un momento de serias dificultades para la tesorería rusa. (23) no
haberse producido esa venta, Rusia tendría hoy frontera con Canadá. El mundo
sería hoy distinto si Rusia no (24) Alaska a los estadounidenses y si la Unión
Soviética no (25) sus posiciones de dominio en el este de Europa sin pegar un
solo tiro en 1989. El país más
grande de la Tierra (26) sometido a un estrés territorial constante: siempre
hay alguna frontera rusa en riesgo, siempre el peligro (27) . Les recomiendo
que (29) a ver la película Iván el
Terrible, del gran Serguéi
Eisenstein, y entenderán mejor el drama ruso. El control de tan vasto
territorio es prácticamente incompatible con un sistema político abierto.
La salida al mar templado es una de las obsesiones
imperiales rusas desde que el poder empezó a centralizarse en Moscú. Con el
Ártico helado durante casi todo el año, la única salida posible era el mar
Negro, el Mediterráneo. Por (30) , la emperatriz Catalina la Grande conquistó la península de
Crimea en 1774, y por (31), el teniente coronel Putin
se la (32) a Ucrania hace diez años. La novedad llega ahora. El
cambio climático favorece a Rusia en el plano geopolítico. La posibilidad de
abrir una ruta comercial por las aguas del norte es una novedad de primer orden
que dará más poder a Rusia. Esa ruta facilitará el transporte de los minerales
de las minas siberianas hasta las bases navales de Murmansk y Dudinka.
Contribuirá a la exportación de gas natural licuado ruso, combustible del que
España es en estos momentos un significativo consumidor. Hará posible un mayor
número de expediciones navales de investigación, con el consiguiente permiso
ruso. Promoverá la exploración de nuevos yacimientos submarinos de
hidrocarburos y, por (33) de todo, equilibrará un poco las relaciones de Rusia
con China. Para enviar a sus cargueros por la ruta del norte, las navieras
chinas necesitarán siempre el permiso ruso.
Es curioso. El Ártico empezó a separar a China de la Unión
Soviética en 1958. Aquel año, Nikita Kruschev,
sucesor de Stalin, propuso a Mao Zedong que le (34) construir en China una
base para los submarinos soviéticos de la flota del Pacífico, ofreciéndole a
cambio el puerto de Murmansk, situado en el mar de Barents, en el Ártico, para
los submarinos chinos, entonces escasos. Mao dijo que no. El Ártico aproxima
ahora a Putin y Xi Jinping.
La República Popular China también ha incorporado el
océano glacial del norte en sus prioridades estratégicas. Hace diez años, China
lo (35) todo a la ruta de Suez y a la ‘colonización’ de diversos puertos
europeos. La nueva ruta de la seda pasaba por el mar Rojo para llegar al
Mediterráneo y al corazón de Europa. Durante los últimos veinte años, las más
importantes compañías navieras chinas han tomado el control de importantes
nodos portuarios. (36) el puerto israelí de Haifa, en el Mediterráneo,
compraron el 67% del puerto de El Pireo (Grecia), (37) el foco en el puerto
italiano de Trieste (el puerto del antiguo imperio Austrohúngaro), (38) en grandes
terminales en los puertos de Barcelona (Hutchison) y València (Cosco), y
tomaron una significativa participación del puerto de Hamburgo. Para mayor
seguridad de su flota comercial en el Índico, abrieron en 2017 una base naval
en Djibuti, pequeño país del Cuerno de África, muy cercano a las puertas de Bab
el Mandeb. Era la primera base militar china en el extranjero. China no
renuncia al mar Rojo, pero se interesa por la ruta del Ártico. Hace seis años,
el Consejo de Estado chino aprobó un libro blanco titulado La política
ártica de China en el que se defiende la creación de una ruta comercial
septentrional en colaboración con Rusia. La ruta de la seda helada.
Hay otra ruta posible. Una ruta que controlaría Occidente
si (39) más navegable. Se trata de la ruta noroeste, el paso entre el Atlántico
y el Pacífico por el norte de Canadá y Groenlandia, (40) una multitud de islas
y pequeños estrechos. Una ruta difícil porque sus aguas se (41) más lentamente
que en la costa septentrional rusa. (Los ríos siberianos que (42) en el Ártico
templan las aguas costeras). La ruta oeste presenta también problemas de calado
para los barcos más grandes. Rusia y China juegan con ventaja en la era del
deshielo.
Y entretanto, ¿qué ocurre en el mar Rojo? El tráfico de
contenedores se ha desplazado en masa hacia el cabo de Buena Esperanza,
mientras que los graneles (petróleo, metano, carbón, hierro y otros minerales,
productos químicos, granos…) siguen optando en buena medida por el canal de
Suez, para evitar el aumento de costes. Barcos de guerra de Estados Unidos y de
diversos países europeos (entre los cuales no figura España) escoltan a los
mercantes en el estrecho de Bab el Mandeb. Decenas de misiles y drones han sido
interceptados, pero cada equis tiempo, los hutíes golpean con fuerza. Un
petrolero griego que fue
asaltado e incendiado el pasado mes de agosto ha estado en (43)
durante semanas. Ayer empezó a ser remolcado hacia un puerto seguro.
Mapas, mapas, mapas. El (44) de buena parte del tráfico
comercial del Índico por la ruta de Buena Esperanza está beneficiando
coyunturalmente a los puertos del estrecho de Gibraltar (Tánger Med y
Algeciras) y a los puertos del Mediterráneo occidental, especialmente València
y Barcelona, en
detrimento de los puertos del Mediterráneo central y oriental. Mal
momento para El Pireo. El tráfico de contenedores en tránsito ha aumentado un
19% en España durante los seis primeros meses del 2024. La explicación es
sencilla: los portacontenedores que circunnavegan África descargan en Tánger
Med, en Algeciras, en València, en Barcelona o en Bilbao, para una posterior
redistribución con embarcaciones más pequeñas. Si Suez palidece, (45) importancia
Gibraltar y los puertos de la España del Este.
Mientras se deshiela el Ártico, la crisis del mar Rojo da
la (46) al corredor mediterráneo.
https://www.lavanguardia.com/politica/20240917/9943531/peninsulas-ruta-seda-helada.html