1. Complete el texto con los términos que faltan.
2. ¿Cuál es la tesis de este texto?
3. ¿Cuáles son los argumentos espleados para sostenerla?
4. ¿Qué opina al respecto?
Los estudios
universitarios de Historia del Arte van a desaparecer del territorio español. (1)
es lo que se desprende de la lista de carreras de humanidades elaborada (2) una
comisión del Ministerio de Educación, y de (3) resultados acaba de dar cuenta
su presidente a la Junta de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Autónoma de Madrid. El (4) de esta "reordenación" es la cacareada convergencia europea, una
coartada más bien vergonzosa para justificar decisiones que nada tienen que ver
con (5) que se hace en Europa ni
benefician en absoluto a la sociedad española. Lo primero que llama la atención
de la lista de carreras de grado que ha trascendido es su dramática reducción
respecto al número de (6) actualmente existentes. En segundo lugar sorprende (7)
que parece un extraño maridaje entre la vocación tecnocrática de algunas
propuestas (como las carreras de Documentación y Traducción e Interpretación) y
el conservadurismo de otras opciones (Filosofía, Filología Clásica, etcétera).
Parece obvio que esa lista (8) el resultado de una especie de pacto entre
diversos sectores de una comisión que ha trabajado sin consultar a los sectores
implicados ni hacer una evaluación seria de las verdaderas exigencias del mundo
actual.
¿De verdad no (9) en España una carrera de grado de Historia
del Arte? Podemos empezar recordando un dato objetivo que conocen bien (10) han
pasado en los últimos años por una facultad de letras: los estudios de Historia
del Arte son (11) más demandados, muy por encima, desde luego, de otras
especialidades que sí mantienen (y nos parece muy justo) su titulación en la
lista de carreras que se ha filtrado, como es el caso de Filosofía, Geografía o
Filología Clásica. No parece que esta pasión de los estudiantes por la historia
del arte (12) a una moda pasajera. Por el contrario, el liderazgo en las
humanidades de esta especialidad debe buscarse en pulsiones culturales
profundas: en un universo crecientemente dominado por la cultura de la imagen,
cada vez más artistificado, la historia del arte proporciona (13) interpretativas
y métodos más adecuados a nuestro presente que otras disciplinas de corte
exclusivamente literario. Parece que nuestros jóvenes están creciendo en un
complejo ecosistema iconográfico y no es extraño que (14) su atención hacia las
disciplinas que mejor pueden dar cuenta del universo (15) viven.
Pero Europa
(y España en particular) posee un riquísimo patrimonio histórico artístico que (16)
ser analizado y explicado. Su conservación, tutelaje y adecuada explotación
cultural no serán posibles si no formamos adecuadamente a los especialistas que
puedan ocuparse de(17). ¿Por qué (18)de renunciar a esta tarea las
universidades españolas? ¿De verdad nos vamos a creer que (19) es una exigencia
de la convergencia europea? ¿O (20) se está pensando delegar esta formación
especializada en las universidades privadas, ofreciendo así un negocio seguro (21)
ocupen ese espacio que quedaría desatendido por el sector público de la
educación superior?
El universo
del arte ocupa ya una dimensión considerable en las sociedades de todos los
países de nuestro entorno. La eclosión en España ha sido espectacular, con la
creación constante de nuevos museos, la multiplicación de exposiciones
multitudinarias, el consumo notable de publicaciones de arte y el crecimiento
exponencial del turismo cultural. A nadie se le oculta que las ferias de arte,
las galerías, bienales y otros eventos similares (22) multitudes y contribuyen
decisivamente a la dinamización económica. En fin, sólo una concepción muy
anticuada de las cosas puede imaginarse el paisaje de las humanidades en el
siglo XXI sin la presencia prominente de Historia del Arte. Y (23) más si se
tiene en cuenta que este sector de la vieja cultura es (24)de los pocos que
está generando dividendos y que (25) nuevos puestos de trabajo, azarosos,
ciertamente (como lo son todos en esta era de la precarización), pero muy
diversificados.
Creemos, en
fin, que esa lista de carreras de grado debe (25) modificada. La sociedad
española no se merece las conclusiones de esa comisión. La supresión de la
Historia del Arte como carrera universitaria (que existe ahora en casi todas
las universidades públicas) es un (26) mortal a la cultura, un gesto suicida y
gratuito que la España actual no se puede permitir.
Fuente: http://elpais.com/diario/2005/05/16/educacion/1116194408_850215.html