1. Identifica y trata de interpretar qué significado y función tienen estas interjecciones.
-¡Ah! Por cierto... Se me olvidaba... Para el lunes, también los ejercicios 7 y 8 del libro.
-¡Ahí va! ¿Habéis visto qué manera de interrumpirnos? ¿Qué se habrán pensado?
-Juan no viene esta noche.
¿Ah no? Pues que le invite su tía la próxima vez.
-¡Ajá! Conque era ahí donde querías llegar... Ya veo... En cualquier caso, mi respuesta es no: no te dejo que vayas a la fiesta de Luca.
-¡Alto! No sigas.
-¡Anda! ¿Qué haces tú por aquí?
-Anda, ven a la fiesta, por favor.
-¡Anda, anda! Déjate de tonterías. No te hagas mala sangre por semejante individuo.
-Bah, pues no sé qué decirte, no me preocupa...
-Bien, bien, bien... Veo que tampoco hoy habéis hecho los deberes...
-¿Que qué tal con mi novia? Calla, calla, corramos un tupido velo...
-Sh... Chitón, que viene... A partir de ahora, silencio, ¡ni una palabra!
-Pues me voy y ahí te quedas, ea.
-¿Eh? ¿Qué has dicho?
-Camisa bonita, ¿eh?
-¡Eh, usted! ¿Pero se puede saber adónde cree que va?
-Ejem, ejem... ¿Molesto?
-Ey, cuidado con lo que dices.
-¡Hombre! ¡Qué alegría! ¿Cuándo has llegado?
-¡Pero mujer, no te enfades! No es para tanto...
-¡Largo! Salid de la cocina inmediatamente.
-¡Olé, qué redacción tan buena has escrito!
-¡Uf, qué agotamiento!
-¡Uf, menos mal que estás tú aquí!
-¡Uy, qué susto!
-¡Vaya! Son las diez y me tengo que ir.
-¡Venga, vamos, dale, vámonos de una vez!