Sobre los nómadas y los sedentarios
Por Guillem Martínez
El último grupo de aborígenes australianos sin contacto con el hombre blanco (1) visto en 1932. (2) menos de diez personas. Hombres, mujeres, niños. En esta ocasión, el Estado QUERER actuar con tacto, conscientes de que TRATARSE de una última vez. Los TRATAR con cierta deferencia. Los TRASLADAR a unas instalaciones, en las que les VESTIR, les HABLAR del Dios único --sin mucha pasión, esta vez-- y les ALIMENTAR. Los aborígenes ESTAR en todo momento dóciles, si bien ESCAPAR a las pocas semanas, de forma imprevisible. Lo HACER desnudos, y sin llevarse comida u objetos. Es decir, lo HACER como lo HACER todo.
Se sabe que los aborígenes, en ese sentido, no TRANSPORTAR muchas cosas. En un clima y en unas condiciones extremas, no llevar peso SER básico. Como los bosquimanos, otra cultura extrema, los aborígenes nunca LLEVAR nada, salvo sus armas. Se sabe que, aun así, PRACTICAR el comercio. ¿Qué comercio puede practicar alguien que no transporta objetos y que REHUIR llevar peso adicional? ¿Qué se puede intercambiar que no REQUERIR transporte o ser transportado? ¿Qué objeto, que no PESAR , que no OCUPAR, se puede comprar o vender? La respuesta a todas estas preguntas es: pigmentos. Cuando dos grupos de aborígenes se ENCONTRAR COMERCIAR con pigmentos. De hecho, tras la transacción, se LLEVAR los pigmentos puestos, sobre el cuerpo. Un misionero galés explica que se SABER que un grupo de aborígenes CONTACTAR y COMERCIAR con otro porque LLEVAR sus cuerpos pintados. No TENER , en fin, otra cosa que sus cuerpos. Básicamente, su vida CONSISTIR en transportar sus cuerpos, en ocasiones pintados con pigmentos.
Por la ciudad en ocasiones VER un nuevo tipo de persona. SER , fundamentalmente, chicas. VESTIR de manera precaria. No TENER muchos ingresos, o no se los GASTAR en ropa. Pero, en un brazo, en los dos, o en las piernas, LLEVAR tatuajes. Son no menos de unos 8.000 euros en tatuajes. Es decir, un dinero no gastado en objetos, sino en pigmentos. Los objetos son un engorro cuando no se DISPONER de casa. O cuando no se sabe cuánto tiempo se DISPONER de una. Un sofá, una mesa no son nada si no se dispone de la capacidad de desgastarlos. De estabilidad. De futuro. Esos brazos y piernas, en fin, ORIENTAR en la dirección de que muchos de nosotros no TENER nada más que nuestros cuerpos. Y que, básicamente, y HACER lo que HACER , nuestra vida VOLVER a consistir en transportar nuestros cuerpos, en ocasiones pintados con pigmentos.
Se sabe que los aborígenes, en ese sentido, no TRANSPORTAR muchas cosas. En un clima y en unas condiciones extremas, no llevar peso SER básico. Como los bosquimanos, otra cultura extrema, los aborígenes nunca LLEVAR nada, salvo sus armas. Se sabe que, aun así, PRACTICAR el comercio. ¿Qué comercio puede practicar alguien que no transporta objetos y que REHUIR llevar peso adicional? ¿Qué se puede intercambiar que no REQUERIR transporte o ser transportado? ¿Qué objeto, que no PESAR , que no OCUPAR, se puede comprar o vender? La respuesta a todas estas preguntas es: pigmentos. Cuando dos grupos de aborígenes se ENCONTRAR COMERCIAR con pigmentos. De hecho, tras la transacción, se LLEVAR los pigmentos puestos, sobre el cuerpo. Un misionero galés explica que se SABER que un grupo de aborígenes CONTACTAR y COMERCIAR con otro porque LLEVAR sus cuerpos pintados. No TENER , en fin, otra cosa que sus cuerpos. Básicamente, su vida CONSISTIR en transportar sus cuerpos, en ocasiones pintados con pigmentos.
Por la ciudad en ocasiones VER un nuevo tipo de persona. SER , fundamentalmente, chicas. VESTIR de manera precaria. No TENER muchos ingresos, o no se los GASTAR en ropa. Pero, en un brazo, en los dos, o en las piernas, LLEVAR tatuajes. Son no menos de unos 8.000 euros en tatuajes. Es decir, un dinero no gastado en objetos, sino en pigmentos. Los objetos son un engorro cuando no se DISPONER de casa. O cuando no se sabe cuánto tiempo se DISPONER de una. Un sofá, una mesa no son nada si no se dispone de la capacidad de desgastarlos. De estabilidad. De futuro. Esos brazos y piernas, en fin, ORIENTAR en la dirección de que muchos de nosotros no TENER nada más que nuestros cuerpos. Y que, básicamente, y HACER lo que HACER , nuestra vida VOLVER a consistir en transportar nuestros cuerpos, en ocasiones pintados con pigmentos.